Mis Buenos Días
Distribución de la pobreza

<STRONG>Mis Buenos Días<BR></STRONG>Distribución de la pobreza

RAFAEL MOLINA MORILLO
No es que uno deba llevarse del “qué dirán”, y mucho menos cuando se trata de nuestra vida privada. Pero no está demás enterarnos de cómo nos ven los demás desde afuera como nación, porque ya, en ese caso, podría estar envuelto el futuro de todos los dominicanos.

El “Anuario Iberoamericano 2007”, editado por el Real Instituto Elcano y la agencia noticiosa EFE, que ya he citado en ocasiones anteriores, nos atribuye a los dominicanos (para el 2005) un Producto Interno Bruto (PIB) por habitante de US$3,192, o sea US$266 por cada persona cada mes. Demás está decir que no quiere esto decir que todos los dominicanos produjeron US$266 cada mes, sino que se trata de un promedio entre lo producido por los miles que están en la pobreza extrema y el puñado de multimillonarios que nadan en la abundancia ilimitada.

Es evidente, entonces, que en la distribución de la riqueza hay algo injusto. Aquellos cuya producción mensual es menor de 5 dólare diarios, podrán preguntarse con toda justicia: “¿Y quién tiene mis restantes 261 dólares?”

No sé entonces, si hablar de distribución de la riqueza o distribución de la pobreza.

El mundo anda mal, no cabe la menor duda. Mientras los pobres del mundo se mueren de hambre  por falta de una distribución racional y oportuna de los excedentes alimentarios, los tecnócratas y los políticos se pasan de vida asistiendo a convenciones con aire acondicionado y espléndidos coffee-brakes “para resolver el problema de los más necesitados”.

Mientras sigamos aceptando esa situación como algo normal, estamos atrapados en un círculo vicioso. La humanidad tiene que encontrar la fórmula para ganar la guerra a la miseria. Cada minuto que pasa sin un cambio en esta materia, es un triunfo para la pobreza. Nos está ganando todas las batallas. ¿Será inevitable que perdamos la guerra?

(r.molina@codetel.net.do)

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