Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Los expertos están de acuerdo en que los países pequeños y en vías de desarrollo, como la República Dominicana, son los que menos contribuyen al calentamiento del planeta, pero al mismo tiempo son los que están más expuestos a los males catastróficos que tal calentamiento ha de provocar en el globo.
Los grandes países del mundo, con su arrollador desarrollo industrial, son los que perforan la capa de ozono que nos protege del sol y dan lugar al deshielo de los polos y los cambios climáticos que están alterando todas las condiciones atmosféricas de la Tierra. Sin embargo, cuando las cosas se agraven, son ellos los que menos sufrirán y los que mejor podrán defenderse.
Parecería que los dominicanos seguimos tan campantes, sin adoptar medidas preventivas para el futuro cercano. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha publicado un informe titulado El Cambio Climático y República Dominicana, en el cual se describen los cambios previsibles y sus consecuencias para este país.
En dicho informe queda establecido que las islas son mucho más vulnerables que los continentes a los impactos negativos del cambio climático. Con respecto a la República Dominicana, se prevé, entre otras cosas, que para el año 2030 el nivel del mar podría tener un ascenso de más de seis metros, lo cual pudiera significar la pérdida de un 29% de playas, así como la sumersión de muchas instalaciones turísticas comprendidas entre Arena Gorda y Punta Cana.
¿Qué estamos haciendo al respecto? Nada.
(Amigos lectores: recuerden que desde el lunes 15 esta columna aparecerá solamente en El Día y en la dirección electrónica: http://www.eldia.com.do)
