POR RAFAEL MOLINA MORILLO
La noticia salió en El Nacional y me impactó tanto que no he podido resistir la tentación de referirme a ella, aún a riesgo de estar lloviendo sobre mojado. Me refiero a la decisión del gobierno de Taiwán de cerrar una autopista para permitir el paso de millones de mariposas en su migración estacional.

¿Ustedes se imaginan una medida similiar en nuestro país? ¡Jamás! Porque hay que tener muy arraigado el amor a la Naturaleza y al ecosistema para sacrificar una costosa autopista a cambio de conservar determinada clase de insectos que eran arrollados por los automóviles que usaban esa vía. Se estima que 11,000 mariposas cruzan la mentada autopista cada minuto.

Tanta importancia le dan los chinos a la conservación de la vida silvestre que hasta han instalado sobre la citada autopista luces ultravioletas, para alentar a las mariposas a que pasen por debajo.

Cualquiera diría que es una pérdida de tiempo y de energía eso de estar ocupándose de las mariposas, pero no olvidemos que esa islita de Taiwán, con menos territorio que la República Dominicana, está considerada como una de las principales potencias comerciales del mundo.
¡Esos chinos sí saben! (r.molina@verizon.net.do).