Mis Buenos Días
Inconsistencia

<STRONG>Mis Buenos Días<BR></STRONG>Inconsistencia

RAFAEL MOLINA MORILLO
En primer lugar, no estoy convencido de que prohibiendo la venta de bebidas alcohólicas a partir de una hora determinada, se logra una disminución de la delincuencia y se garantiza la seguridad ciudadana. No he visto por ninguna parte numeritos serios ni estadísticas confiables que me demuestren la eficacia de esa medida.

Pero estoy dispuesto a aceptar que la dicha prohibición logra los objetivos buscados. Entonces, si la limitación impuesta a la venta de esas bebidas frena al crimen y  la inseguridad, ¿qué objeto tiene levantar la medida en determinada época del año, como la Navidad, por ejemplo? ¿Es que estamos dispuestos a aceptar que se produzcan algunas muertes y otros crímenes, como precio para festejar el nacimiento del Niño Jesús y la llegada del año nuevo?¿O será que existe un pacto entre la autoridad y los delincuentes  para portarse bien y emborracharse con moderación en estos días?

Si el consumo de alcohol es malo en marzo o en septiembre, también debe ser malo en diciembre. Digo yo… A mí me parece que el cuerpo humano ignora si estamos en un mes o en otro, para reaccionar de diferente manera según la fecha que celebramos…

Por otro lado, hay algunos establecimientos que disfrutan del privilegio de un permiso especial para expender tales bebidas más allá de la hora estipulada. ¿Por qué? ¿Acaso los clientes de esos bares y restaurantes no son susceptibles de sufrir los efectos nocivos del alcohol?

En otras palabras, si la prohibición en sí no es un disparate, lo son entonces el levantamiento de la prohibición por estar en Navidad, y los permisos especiales para determinados centros de diversión. Cuestión de lógica.

(r.molina@codetel.net.do)

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