POR RAFAEL MOLINA MORILLO
El pasado jueves 8, declarado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Mujer, me encontraba en México en compañía de colegas de aquel país, y grande fue mi sorpresa cuando me explicaron por qué podían dedicarme tanto tiempo sin preocuparse por marcharse a sus respectivos puestos de trabajo.

“Es que por ser hoy el Día Internacional de la Mujer –me informaron-, las mujeres periodistas ocupan por 24 horas todas las funciones ejecutivas del diario y asumen toda la responsabilidad del periódico en este día. Nosotros, los hombres, no tenemos nada qué buscar hoy en la Redacción”.

Bonita costumbre de los principales diarios mexicanos, pensé. Y cuando, al día siguiente, revisé los periódicos, no encontré ninguna diferencia con relación a los demás días. Lo que confirma que es un prejuicio aquello de reservar para el género masculine las funciones más delicadas en un quehacer determinado.

Esta reflexión podría aplicarse tanto a los trabajos en la administración pública, como a los del sector privado. En cuanto al periodismo en nuestro, no tardará en confirmarse, si no la supremacía, por lo menos la igualdad de capacidades y disposición de las mujeres y los varones, y ya hay muchos ejemplos de damas periodistas de brillante ejercicio.

Así que ¡varones, mucha atención! con esa avalancha de féminas que pueblan las aulas en nuestras escuelas de periodismo. Por si acaso, deberíamos ir aprendiendo un segundo oficio…
(r.molina@verizon.net.do).