Mis buenos días
Más sobre Chávez y el Rey

<STRONG>Mis buenos días<BR></STRONG>Más sobre Chávez y el Rey

RAFAEL MOLINA MORILLO
Algunos lectores me han recriminado por no tomar partido en temas de discusión que pongo sobre el tapete. “Usted no dice nada –me escribe una dama que felizmente parece leerme consuetudinariamente-; usted lanza una bola y no toma participación en el juego. Y eso es trampa”.

De ahí a llamarme irresponsable no hay más que un paso. Y eso me pasa precisamente por querer ser neutral, por pretender acercarme a ese ideal de objetividad que tanto se nos exige a los periodistas.

El boche de la lectora en cuestión vino a propósito de mi columna sobre el incidente entre el rey de España, Juan Carlos, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Todo el que me lee en la prensa de vez en cuando o me escucha en la radio de cuando en vez sabe que a mi no me gusta Chávez, principalmente por su inocultable intolerancia y por su sostenida actitud en contra de la libertad de expresión, que es mi pasión. Precisamente por eso preferí, al comentar el match entre el Rey y el Presidente, guardarme mi opinión para que los lectores, por sí mismos, sacaran sus conclusiones.

Ahora que me veo ya metido en el lío, no tengo reparos en reafirmar que a mi juicio Chávez estuvo bien mandado a callar, que él estaba rompiendo el protocolo, que no le reconocía a Zapatero su derecho a ripostar y que el Rey hizo lo correcto al levantarse de su asiento para no seguir escuchando majaderías.

Los simpatizantes de Chávez lo justifican a éste con los argumentos del imperialismo y el colonialismo de España, del genocidio de los indios en América y de los corruptos ibéricos de nuevo cuño. Pero eso es otra cosa, otro tema de discusión, que no cambia para nada el hecho de que a Chávez se le fue la chaveta en la conferencia de Santiago de Chile.

 Si se quería conocer mi opinión sobre el incidente de marras, ahí la tienen. Con mucho gusto.

(r.molina@codetel.net.do)

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