Mis buenos días
Nobleza y vileza

<STRONG>Mis buenos días<BR></STRONG>Nobleza y vileza

RAFAEL MOLINA MORILLO
Hay una frase clásica en el ámbito periodístico que reza que éste, el periodismo, puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios. Obviamente, lo que se está haciendo en el Listín Diario encaja perfectamente en la segunda de las dos acepciones citadas.

El titular principal de ayer en ese periódico decía textualmente: “SIP condena Banco Central discrimine al Listín Diario”, con lo que incurrió en una burda mentira al atribuirle a la Sociedad Interamericana de Prensa actitudes que no ha asumido.

Es oportuno explicar que, así como los jueces hablan por sentencias, la SIP habla por Resoluciones, y en la recién transcurrida asamblea del organismo hemisférico, celebrada en Miami, no se produjo ninguna resolución condenatoria específicamente contra la República Dominicana. La única resolución que se refirió a nuestro país fue la relativa a la publicidad oficial, y esta mención se limitó a incluir a la República Dominicana en una lista de nueve naciones en las cuales se ha denunciado discriminación en el reparto de publicidad oficial. En otras palabras, lo que se hace consignar es que ha habido denuncias en ese orden y que, en caso de ser ciertas tales denuncias, ello es nocivo para la libertad de prensa.

De ahí a afirmar que la SIP “condenó y repudió” la discriminación “que realiza el Banco Central” contra el Listín Diario, hay un gran trecho.

Por otra parte, también es bueno explicar que en la SIP una cosa es una resolución y otra cosa es un informe. El informe sobre el estado de libertad de prensa en la República Dominicana fue rendido por el vicepresidente para este país, Manuel Quiroz, director de El Caribe. El director del Listín Diario, Miguel Franjul, propuso agregarle un párrafo con afirmaciones acusatorias contra las autoridades dominicanas por supuestos intentos de confiscación. Objeté la redacción de dicho párrafo porque daba la idea de que la SIP avalaba esas acusaciones, las cuales eran extemporáneas porque el caso del Listín Diario todavía se encuentra en una fase judicial pendiente de un fallo final de la Justicia.

Hechas estas aclaraciones, advierto que no volveré sobre el tema y me remito al juicio de la opinión pública. No sin antes dejar consignado que la libertad de prensa, si no va acompañada de la verdad, puede convertirse en un arma peligrosa.

(r.molina@codetel.net.do)

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