Mis Buenos Días
Nunca es tarde

<STRONG>Mis Buenos Días<BR></STRONG>Nunca es tarde

RAFAEL MOLINA MORILLO
Nunca es tarde para hacer reconocimientos. Hoy quiero referirme a un evento ocurrido hace ya dos meses y pico en mi pueblo natal, La Vega, pero que no por desactualizado debe dejarse pasar por alto, ya que el mismo puede servir de ejemplo para todas las provincias del país.

Quien me ha puesto al día sobre este caso es el compueblano Rafael Rosario Galán (Yayo), a quien agradezco sus informaciones sobre el millonario operativo médico y de donación de ropa a un sinnúmero de familias pobres de esa demarcación geográfica.

La iniciativa fue de la Fundación Pro-Desarrollo de La Vega (PROVEGA), que preside doña Margarita Fondeur de Cáceres, con la asesoría Ing. Elías de Jesús Rodríguez Brache, así como de un nutrido grupo perteneciente a esa filantrópica entidad. Hay que señalar que el operativo llegó a feliz término gracias a la impagable labor desarrollada por el Padre Rogelio Cruz, quien según pudimos escuchar tiene un liderazgo extraordinario, por el respeto, el apoyo, la disciplina y la organización que imprimió en el populoso sector ubicado en el Suroeste de La Vega, denominado “María Auxiliadora”  y que peyorativamente ha sido bautizado como “La Boca del Lobo”; donde este sacerdote censó cerca de 1,700 familias extremadamente pobres que asistieron a recibir los donativos de ropa y salud.

Es bueno consignar que ya antes, Pro-Vega ha venido ayudando varios centros asistenciales como: la “Escuela Perpetuo Socorro”, el “Asilo de Ancianos San Joaquín y Santa Ana”, a los “Hogares Crea”, al “Centro de Rehabilitación y al benemérito “Cuerpo de Bomberos” de la ciudad del Camú, entre otras instituciones que, prácticamente, viven de la caridad pública.

El amigo Yayo Rosario, al referirse a la labor que realiza Pro-Vega, no quiere dejar de agradecer públicamente su colaboración al General de la Fuerza Aérea Dominicana, Ramón Vásquez Susana, así como a la Fundación para la Prevención de la Salud Bucal de los Niños (Sonrisa), al Departamento de Subasta de la Dirección Nacional de Aduanas, al Dr. Reynaldo Correa y su personal médico, al Ing. Milcíades Pérez Polanco, a la señora Janette Félix, al Departamento de Bomberos de La Vega y a Jugos Trópico, C. por A., entre otras instituciones que hicieron posible el donativo a un sector que tiene aproximadamente 10,000 habitantes empobrecidos.

Por eso decía, al inicio de este comentario de reconocimiento, que la ocasión es buena para instar a los demás dominicanos del interior del país y residentes en la capital, a formar Fundaciones e Instituciones para que vayamos en auxilio de nuestros hermanos del interior, quienes padecen todo tipo de calamidades, y así, les haríamos más llevadera la carga social a todos los gobiernos que se sucederán en el futuro inmediato o mediato.

(r.molina @  codetel.net.do).

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