Mis buenos días
Otra vez los fuegos

<STRONG>Mis buenos días<BR></STRONG>Otra vez los fuegos

RAFAEL MOLINA MORILLO
La historia se repite año tras año. Todo el mundo asiente con la cabeza cuando se habla de la peligrosidad de los fuegos artificiales, sobre todo cuando son manejados por menores, pero ello no es óbice para acudir al minuto siguiente al puesto de venta de tales artificios y ponerlos irresponsablemente al alcance de los niños de la familia.

El año pasado se registraron en el país 22 casos graves de quemaduras por uso inadecuado de esos artefactos o por defectos de fábrica de los mismos. Algunos de esos casos dieron lugar a escenas desgarradoras y a verdaderas tragedias en no pocos hogares. Otros dejaron en las víctimas lesiones permanentes que las han dejado en estado de invalidez.

Las autoridades no hacen nada al respecto. ¿Será cierto que la fabricación y la importación de fuegos artificiales es tan buen negocio que alcanza para repartir hacia abajo, hacia los lados y hacia arriba? Cualquiera lo piensa.

Mientras tanto seguimos clamando en el desierto, junto a los doctores Jean Paul Giudicelli, presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica de Reconstrucción y Estética, y Andrés Nieve, director de la Unidad de Quemados del Hospital Infantil Robert Read Cabral, para que los padres concientes no les compren a sus hijos fuegos artificiales.

La Navidad no es eso, la Navidad es amor y este no necesita del fuego para estar encendido.

 (r.molina@codetel.net.do)

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