Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
El llamado caso Quirino sigue vigente, ahora con nuevos ingredientes.
Se afirma que las autoridades antinarcóticos de los Estados Unidos capturaron en su territorio a un personaje a quien se califica como el jefe de Quirino Paulino. Y paralelamente ha trascendido que este nuevo implicado tenía a su servicio un chofer que ostentaba el rango de Mayor del Ejército Dominicano.
Ya vimos todo el escarceo que se ha armado en torno al ingreso del propio Quirino como Capitán en el Ejército criollo. Que yo no fui!, que fue una orden superior, que yo lo encontré así, que fue un sello gomígrafo… en fin, que nadie sabe!
Pues ahora es peor la cosa, porque se trata de alguien que aparentemente está por encima de Quirino, en poderío y en jerarquía, cuyo chofer era nada más y nada menos que un Mayor de nuestra más antigua institución castrense.
¿Será posible determinar de dónde salió la autorización para que un oficial de tan alto rango sirviera de chofer a un ciudadano civil? ¿Habrá que contratar a Sherlock Holmes para que desenrede esta madeja?
Queda ahí mucha tela por donde cortar. Por el hilo, se llega al ovillo… si se quiere.
