Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
No cabe duda de que es un gran paso de avance el contar con una Superintendencia de Electricidad que obliga a las distribuidoras de energía a devolver el dinero que les han cobrado demás a los usuarios. Pero yo me pregunto: ¿no hay una sanción más fuerte para los responsables de ese cobro en exceso a los consumidores?
Las cifras son escalofriantes. Se habla de 18 millones de pesos facturados demás por error durante el mes de Julio pasado, por Edesur, Edeeste y Edenorte. Y si sumamos los montos cobrados indebidamente en los últimos tres años, de agosto del 2004 a la fecha, el total asciende a 487 millones de pesos! (Nunca se han equivocado para facturar de menos, dicho sea de paso). ¡Así si es bueno equivocarse!
Irrita al más ecuánime ver que la única penalidad que se impone a los responsables de dichos errores que tanto se parecen a la estafa y el fraude, es la obligación de acreditar a los clientes las sumas embolsilladas por supuesta equivocación. ¿No parece lógico que en tales casos se imponga también un castigo pecuniario o hasta de privación de libertad, a los culpables?
La Ley 125-01 que regula todo eso, pide a gritos una modificación para que sea más severa con los que incurren con tanta frecuencia en esos pequeños errores millonarios, en perjuicio de los pobres consumidores. Por lo menos, eso pienso yo
