Las uvas son sinónimo de abundancia y anhelos; ¡y qué mejor que partir de su histórica y prodigiosa influencia el 31 a medianoche!, para despedir el 2018 y darle la bienvenida al 2019, contando 12 uvas para expresar en los últimos 12 segundos del año viejo nuestros deseos y aspiraciones.

La historia registra que en el siglo X1X se produjo en España un exceso o abundancia de producción de uvas, y de ahí nació la tradición de ofrecer doce uvas en los últimos segundos del año para pedir mes por mes un deseo. Así cada comensal o persona sentada en la mesa deberá contar con sus 12 uvas en una fuentecita.
Esta tradición se celebra no solo en España, sino en varios países, entre ellos en Los Estados Unidos y aquí en la República Dominicana también, ya muchos la practican al comerse doce uvas para despedir el viejo año y darle la bienvenida al nuevo.

Las peticiones o deseos van desde lo personal, familiar, nacional hasta lo mundial. En gran parte del mundo tiran varios cañonazos para indicar que ya es año nuevo, con una gran algarabías, incluyendo nuestro país.
Para el 2019 estos son mis 6 deseos a nivel personal y familiar:
1) Mantener la salud en buen estado, 2) Ser agradecida, a la vez de desarrollar iniciativas viables para mejorar la parte económica, 3) Continuar practicando el turismo recreativo,3) Seguir perfeccionando y especializando mis conocimientos profesionales, sociales y políticos, 4) Practicar con mayor ahínco la solidaridad humana (dar), 5), Asumir el compromiso requerido con el presente y el futuro del país,y,6) Que los sectores democráticos y progresistas del país formen un gran frente nacional de cara a las venideras elecciones nacionales. De lo contrario, estarían contribuyendo a que las cosas se queden como están hoy día, aunque digan que no.
En el plano nacional y mundial estos son mis 6 deseos en el 2019:
7) Que la República Dominicana inicie y desarrolle un plan de seguridad pública real, para que el país pase a formar parte de los países más seguro del continente y del mundo, dejando atrás el triste y peligroso drama de la inseguridad pública que vivimos, 8) Que los organismos del gobierno encargados de velar por la buena marcha de la economía, la salud y la justicia, cumplan con su sagrado deber, garantizándole así a los dominicanos, que aquí no se robará un centavo más del erario público (devolviendo los robados), que la carrera de endeudamiento del país se detendrá, que habrá la atención requerida en salud para el pueblo y que la justicia cumplirá su rol de manera independiente.
9) Que la República Dominicana implemente un plan nacional de educación cívica para todos los dominicanos y dominicanas, que se inicie en el hogar, siga en las escuelas, en las comunidades y en instituciones públicas y privadas, para garantizar el respeto a los derechos humanos de los demás, practicar la cortesía, la solidaridad humana, la urbanidad, el respeto a los valores patrios y para detener los temibles y terribles feminicidios.
10) Que tanto el gobierno como el sector privado implementen mejores políticas para fomentar la creación de más empleos y más apoyo a los emprendimientos como contribución a la lucha contra la pobreza, desempleo y contra el clientelismo político anacrónico que tenemos.

11) Que el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) se siente a analizar con serenidad, inteligencia y habilidad el origen de la crisis que lo arropa en estos momentos, para encontrar las soluciones reales a la dramática situación económica e institucional que vive. Para ello, deberá convocar sin prejuicios ni sectarismos a todos los actores válidos del gremio, del sector empresarial de la comunicación, así como algunos representantes de la sociedad.

12) Que el civismo, el respeto a la democracia y a los derechos humanos sigan siendo parte de las prioridades de los mandatarios del mundo.