Como recién graduado en Ingeniería Mecánica en la Universidad Estatal de Utah (USU) de Estados Unidos, miro hacia atrás en mi experiencia como estudiante y reconsidero tanto el valor de la educación como la necesidad del futuro profesional dominicano en prepararse para los retos venideros que como individuos y nación tendremos que enfrentar.

Desde mi situación financiera, no tenía los recursos económicos para adquirir una educación en Estados Unidos, por lo cual es justo encomiar que la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCYT) haya desarrollado relaciones en el exterior que permiten a programas como SEESCYT-USU existir y dar la oportunidad a estudiantes dominicanos que cumplan con los requisitos para obtener una educación en el extranjero en una de las tantas licenciaturas, maestrías y doctorados disponibles.

Estando inclinado a la ingeniería, escogí la ingeniería mecánica y aeroespacial como mi carrera. Los elementos más importantes de mi programa de estudios fueron: la variedad de laboratorios y tecnologías disponibles a los estudiantes, la complejidad de las lecturas y los profesores con doctorados. La preparación de los docentes de la facultad de ingeniería, todos doctorados con varios años de experiencia tanto en la industria aeroespacial como en el aula, ofrecen un enriquecido punto de vista entre la teoría y la práctica, y más que nada su disponibilidad en ayudar a los estudiantes no sólo en la clase, sino también en su desarrollo profesional.

Aunque el programa de ingeniería posee sus exigencias, las posibilidades de esparcimiento y desarrollo personal son inversas. La universidad ofrece la oportunidad de participar en varias actividades deportivas, sociales e intelectuales. Desde esquiar en invierno y acampar en primavera o verano en las montañas que rodean el valle donde está asentado el campus universitario, en la ciudad de Logan, participar en las diversas organizaciones estudiantiles o sino asistir a las varias exposiciones de arte y música disponibles para los estudiantes, completamente gratis.

Sumado a estos beneficios, el programa permite familiarizarse con otras culturas, aprender y apreciar las diferencias, creando lazos de amistad que trascienden barreras.

Con todas las facilidades que ofreció la SEESCYT, recomiendo a los estudiantes a esforzarse en el bachillerato y aplicar a los programas disponibles, pues es una oportunidad que debe aprovecharse para el bien del estudiante y el desarrollo del país.

En pocos años tendremos una cantidad inmensa de profesionales de muy alto nivel, quienes formarán parte de las distintas instituciones, públicas y privadas, lo que se traducirá en beneficios directos para la nación.