No entiendo por qué hay cronistas deportivos que temen dar pronósticos y por qué hay equipos y fanáticos que se ofenden cuando usted no los da como favoritos.
Esto lo veo como un legítimo ejercicio de opinar sobre un tema.
Simple: mi opinión.
En las calles los fanáticos me preguntaron que cuáles serían mis favoritos de este año en Lidom.
Los que dé como favoritos no significa que me caen bien, ni mucho menos que los no dé como favoritos, entonces, me caen mal.
Nada de eso. Realmente es mi pronóstico y simplemente le vamos a dar seguimiento durante la temporada invernal.
Yo proyecto para clasificar al Licey, Escogido, Gigantes y Estrellas.
Dejo fuera a las Águilas y a los Toros.
Mi primer argumento es que el campeón, en este caso el Licey, siempre merece respeto.
Mi segundo argumento es que el Escogido mejoró su estructura para esta contienda comenzando con la contratación del dirigente Albert Pujos.
A las Estrellas las elegí porque aunque no han ganado en las últimas finales, saben jugar pelota con Fernando Tatis a la cabeza.
Y tengo a los Gigantes por la gran ofensiva que pueden generar y porque sus jugadores claves van a participar este año.
Los Toros perdieron su toque mágico y las Águilas están en un proceso de generar nuevos líderes como ocurría en el pasado.
Tienen a Luis Polonia y Miguel Tejada, dos íconos, como coaches, pero ahora ninguno de los dos pueden estar en el terreno.
A gozar con Emilio Bonifacio.