POR NELLY RAMÍREZ
Con el interés de dar gracias a Dios al finalizar el año, y a la vez pedirle prosperidad, felicidad y salud por cada una de las personas que forman parte de las empresas del Grupo Corripio, ejecutivos de Pisos y Techados Torginol y todas sus marcas, ofrecieron una misa de acción de gracias oficiada por el obispo de Barahona, Fabio Mamerto Rivas.
El salón de actos del Edificio Corripio, ubicado en la avenida Núñez de Cáceres, sirvió de escenario al encuentro religioso en el que cada uno de los presentes allí, desde el más alto ejecutivo hasta los gerentes, encargados de área y empleados, pidieron al Creador por el bienestar de esa familia empresarial.
A las 5:00 de la tarde, luego de un momento de amenas charlas con los principales representantes de la empresa, monseñor Mamerto Rivas invitó a todos a escuchar la homilía, en la que el tema fundamental fue la familia, los valores cristianos y morales, la lealtad, amistad, unión y compañerismo.
Previo a la misa, Jorge Rivas y Guillermo Gutiérrez Brito, gerente general de Ventas y director de Ventas respectivamente del grupo, pronunciaron unas breves palabras, en las que explicaron la finalidad de la misa de acción de gracias.
Expresó Jorge Rivas que cumpliendo con la política de la empresa de tomar en cuenta y velar por los recursos humanos, quisieron pedir al Todopoderoso bienestar para todos los empleados de la empresa, quienes afirmó dan cada día el 300%.
En ese mismo orden, Guillermo Gutiérrez Brito, director de Ventas, destacó la unión del grupo, así como la hermandad e interés y entusiasmo en el trabajo, comportamiento que exhortó a todos a continuar en este año que inicia.
Tras las intervenciones de los ejecutivos, Monseñor se colocó sus atuendos correspondientes al tiempo que explicaba el nombre de cada uno, para luego oficiar la misa que contó con la participación y petición de algunos de los presentes.
El salmo 95, así como el Evangelio según San Juan, ahondaron en las reflexiones en torno a la espiritualidad, que invitaban a todos los presentes a alabar a Dios y vivir según sus preceptos.
Además de las lecturas de la Santa Biblia, el sacerdote reflexionó sobre algunas maneras incorrectas de los seres humanos, las que dijo es necesario erradicar y dar paso a los buenos sentimientos y valores.
«Hermanos míos, saben ustedes qué son los perros realengos, son aquellos que para sobrevivir buscan en los basureros lo más podrido, ojalá que nosotros no tengamos que hacer eso para sobrevivir, sino buscar las cosas buenas».
Posteriormente preguntó a algunos de los presentes si querían pedir por alguien en particular. Pidieron por la salud, prosperidad de todos los miembros de la familia Corripio, así como por las personas que celebran la Navidad pero no saben el verdadero significado de ésta.
Finalmente invitó a los bienaventurados a tomar el Cuerpo de Cristo, a lo que algunos de los presentes accedieron, finalizando con esto la misa de acción de gracias.