SANTIAGO. El impacto en la calidad de vida física y espiritual de aproximadamente 160 comunidades de la región del Cibao y de más de 130 cooperadores ha sido el mayor premio en los 40 años de servicios del Centro de Educación para la Salud Integral (Misión Ilac), que ayer celebró con una misa de acción de gracias.
La misa fue presidida por Monseñor Plinio Valentín Reynoso en la capilla del centro situado en la comunidad de Licey al Medio, donde tiene sus operaciones, y por Ernesto Fernández Travieso, fundador de este prestigioso centro. El sacerdote Jesuita Jesús Zaglul, al ofrecer la homilía, resaltó la hoja de servicios de esta institución que gracias a la cooperación de mucha gente ha sido puente de crecimiento de comunidades campesinas, lejanas y apartadas del mundo moderno, para desarrollar proyectos de apoderamiento y mejora de condiciones de vida.
Este nombre del Ilac nos engrandece como dominicanos, porque es un instituto donde vienen jóvenes de otras culturas a intercambiar vivencias y a ofrecernos su apoyo, su ayuda. Comprometidos con la solidaridad, conviviendo con nuestra gente y hacer esa obra su obra. Esta realidad nos ha acercado, dijo el sacerdote.