POR MANUEL JIMÉNEZ
El secretario Técnico de la Presidencia, Juan Temístocles Montás, viajó ayer a Madrid, España, junto a una misión que renegociará con la Unión Fenosa la reestructuración de la deuda del gobierno por la comprar las acciones de la empresa española en las distribuidas de electricidad del Norte (EDENORTE) y del Sur (EDESUR).

Montás dijo que la misión también visitará a Washington reestructurar la deuda con los suplidores internacionales del gobierno. Como parte de la misión viaja también el asesor económico del poder Ejecutivo, Julio Ortega Tous.

Montás consideró que el único suplidor de importancia que tiene el país es Unión Fenosa.

Cuando el gobierno reasumió el control de las dos distribuidoras de energía convino con Unión Fenosa que se cobrara de una serie de cuentas importantes escogidas entre los grandes consumidores de energía.

«La idea es buscar el mecanismo para tratar de liberar esas pignoraciones (que tiene Unión Fenosa) de manera que esas cuentas vuelvan al control de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE)», dijo Montás.

Dijo que la administración del ex presidente Hipólito Mejía se comprometió a pagar a Unión Fenosa US$50 millones anuales por 14 años hasta completar el precio de las acciones.

«Si no solucionamos eso, el negocio eléctrico se hace inviable en la República Dominicana», dijo Montás.

Explicó que como parte de los arreglos con el Club de París el gobierno se comprometió a reestructurar la deuda con tenedores de bonos, con la banca privada extranjera y los suplidores.

Montas dijo que la administración de Mejía mantuvo «una política destinada a endeudarse con la banca privada» y negó lo dicho por el ex secretario de Finanzas, Rafael Calderón, de que la deuda contratada por la pasada administración era básicamente con los organismos multilaterales de financiamiento. «La política de ese gobierno era endeudarse con el que fuera», aseguró Montás.

Explicó que de aproximadamente 120 contratos de prestamos internacionales que se llevaron al Congreso durante el gobierno de Mejía, 89 fueron con la banca privada, sin contar las dos emisiones de bonos soberanos por un monto de US$1,100 millones.

Dijo que si esos préstamos se miden en términos de dólares se demostrará que representan el 70% de los créditos tomados entre el 2000 y el 2004. «¡Eso es una barbaridad!», Montás.

Entre los bonos soberanos y los préstamos a la banca privada en ese lapso hay más de US$3,000 millones, dijo.

Eso se hizo «en el marco de un proceso tan desordenado que todavía el jueves pasado estábamos investigando si teníamos que pagar o no un determinado préstamo para que el directorio del Fondo pudiera conocer el acuerdo este lunes pasado,» indicó.

Montas informó que para poder determinar si el préstamo por US$11 millones era válido se tuvo que llamar a la agencia que en España proporciona los seguros para este tipo de préstamos porque el crédito no aparecía registrado en ninguna parte.

Este crédito, explicó el funcionario, se tomó para la compra de camiones para la recolección de basura en pueblos del Este y Noroeste.

Montas estuvo participando ayer, previo a su viaje, en una sesión del Consejo de Gobierno encabezada por el presidente Leonel Fernández, en el Palacio Nacional.