WASHINGTON. AP. El empresario llegó al Departamento del Tesoro con un maletín repleto de 5.200.000 dólares en billetes petrificados y casi irreconocibles. Pidió canjearlos por un cheque del cajero. El dinero en estas condiciones suele llegar después que un banco lo quema o se inunda una caja fuerte. No es habitual que llegue con un cliente común y corriente. Pero los hábitos bancarios de Franz Felhaber dejaron de tener sentido para el gobierno desde hace mucho tiempo.
Durante años, dicen las autoridades, él y su familia se han presentado en uno y otro banco buscando cambiar unos 20 millones de dólares en billetes deteriorados de a 100 por billetes frescos.
Sus explicaciones siempre variaron:
_Era una herencia.
_Alguien excavó junto a un árbol y los encontró allí.
_Fue hallado en un maletín enterrado en un alfalfar.
_Un familiar halló un mapa del tesoro.
Ese tesoro escondido puede hacer rico a alguien. O podría enviarlo a la cárcel.