Durante toda la temporada, los Gigantes han brillado gracias a su principal característica: una ofensiva temible.

Por eso, cuando inicien esta noche la serie final del béisbol invernal dominicano contra los Tigres del Licey, el conjunto de San Francisco de Macorís tratará de romper con el lema de que el buen pitcheo acaba con el buen bateo.

Los Gigantes dispararon 71 vuelacercas en la vuelta regular y vienen de sacar la bola del parque en 24 ocasiones durante el Todos contra Todos.

Encabezados por el trío ofensivo de Nelson Cruz, Kendry Morales y Juan Francisco, los Gigantes parecen la pesadilla de cualquier lanzador.

Brayan Peña y el refuerzo Kit Pellow son otros con capacidad de causar mucho daño con sus maderos.

Mientras, la presencia de Alexi Casilla y Wilson Valdez le da un esquema de juego distinto, al poder aplicar un juego agresivo y rápido en cualquier momento.

Los Gigantes, sin embargo, encuentran huecos en su pitcheo.

Aquilino López no está programado para lanzar en la final luego de haber firmado para jugar en Corea del Sur.

Pero con José Capellán, Antonio Bastardo, Alfredo Simón, Fabio Castro y Pedro Viola, los Gigantes cuentan con material para dar más que la batalla.

Su punto más fuerte es su cerrador, Darío Veras, quien terminó la serie semifinal sin permitir ni una sola carrera y continuando su dominio como uno de los mejores de la liga.