Cada juego ganado será clave: Equipos Gigantes, Licey, Estrellas y Aguilas saldrán a partir de hoy a darlo todo para avanzar a la serie final de la pelota invernal
Los dirigentes de los cuatro equipos tienen un gran reto por delante de cómo manejarán sus lanzadores y ofensiva en estos últimos nueve juegos de la semifinal.
Con los partidos de hoy viernes entre las Aguilas Cibaeñas y los Tigres del Licey en el Estadio Quisqueya y las Estrellas Orientales contra los Gigantes del Cibao, en San Francisco de Macorís, los cuatro equipos que accionan en el “Todos contra Todos” inician esta noche el segundo tramo de los últimos nueve partidos en el que se definirán los dos conjuntos que disputarán la corona de campeón de la pelota otoño-invernal.
El certamen, en el que ya se han jugado ocho partidos, es liderado por los Gigantes del Cibao con marca de seis ganados y dos perdidos, seguido de cerca de los Tigres del Licey con foja de cuatro ganados y cuatro derrotas. Las Estrellas y las Aguilas comparten el tercer lugar, con tres triunfos y cinco fracasos.
El pasado miércoles, el zurdo Enny Romero, Marcell Ozuna y Juan Francisco fueron los puntos luminosos para que los Gigantes del Cibao derrotaran dos carreras por una a los Tigres del Licey en partido disputado en el Estadio Quisqueya Juan Marichal.
Romero (1-1) fue el lanzador ganador por los Potros al tirar 5.0 entradas en blanco de un hit, una base por bolas y cinco ponches, y perdió por los felinos Bryan Abreu tras 5.1 innings, tres hits, una vuelta limpia y tres ponches.
En el campo ofensivo, Ozuna logró un cuadrangular solitario sobre la verja del bosque izquierdo ante el lanzador Albert Abreu, para poner la pizarra 1-0, en el quinto capítulo. Por su lado, Francisco puso el marcador 2-0 en el noveno episodio con un hit al jardín derecho que impulsó a Hansel Alberto desde la intermedia.
Logró triunfo clave: EO apalearon a las Águilas
Las Estrellas Orientales se sacudieron luego de obtener una importante victoria el pasado miércoles 8-3 sobre las Águilas. Los petromacorisanos viajaron a Santiago de los Caballeros a evitar el colapso en caso de una derrota, pero la historia fue diferente y pudieron salir airosos.