Mito y verdad de los autos chinos

Mito y verdad de los autos chinos

La tradición de la industria automotriz es basada sobre el desarrollo de distintas áreas del mundo a través del tiempo y de la historia. Primero fueron los europeos, después los estadounidenses, luego llegaron los japoneses y les siguieron los coreanos… hoy parece que le está tocando a los autos chinos, una evolución que vuelve a repetir la historia.

Cada vez que un nuevo país hacía su intervención en la industria automotriz con nuevas marcas y productos, se miraban con recelo y se tildaban con muchos prejuicios. En los años 60 los japoneses copiaban la tecnología occidental y vendían sus autos mucho más baratos que los demás, afianzándose de esa forma en el mercado y logrando convertirse en grandes productores automotrices. Hace algunas décadas los autos sur coreanos eran vistos como muy malos, entonces eran copias de escasa calidad de renombrados constructores, pero eran muy baratos.

Hoy en día los autos chinos están pasando por lo mismo, una etapa que no tardará mucho tiempo para ponerse al nivel de aceptación y tecnología de los demás constructores mundiales.

Desarrollo y marketing

Actualmente, una gran cantidad de modelos de fabricación china parten de una base de otro modelo, ya sea copiándolo o comprando el diseño descontinuado del fabricante original. El principal objetivo de los autos chinos es producir de manera rápida y al menor costo posible, casi sin periodo de desarrollo, para cubrir una gran demanda de automóviles bien equipados y más baratos.

El período de desarrollo de un nuevo modelo cuesta millones de dólares y años de gestación, además para poder arrancar de cero con un nuevo producto se necesita un personal con experiencia y un presupuesto muy elevado, que encarece el precio final.

Como decimos anteriormente, actualmente, en su gran mayoría, los fabricantes chinos están trabajando de dos formas: con ingeniería inversa, o comprando plataformas descontinuadas de grandes constructores. Se denomina ‘ingeniería inversa’ la clonación de modelos ya existentes, desarmándolos pieza por pieza para lograr hacer los moldes y así fabricar un auto semejante.

Comprar plataformas viejas les ahorra a los autos chinos los problemas legales y con ello rejuvenecen un producto ya conocido en el mercado.

Otra práctica común de los autos chinos es copiar diseños sobre otras plataformas para ahorrar dinero en el estudio, así se aseguran una aceptación en el público para una imagen ya existente en el mercado, además ahorrándose todo lo que hay que invertir en marketing.

En cuanto a motorización, normalmente los autos chinos utilizan motores de origen japonés, pero es sólo el origen del diseño, ya que la construcción se realiza en China, no con las mismas piezas o materiales, pero muy similar para abaratar costos.

Algunas marcas chinas han tenido problemas legales por malas prácticas en los derechos intelectuales de sus autos, ganándose demandas de Audi, Fiat o Mercedes; entre otras.

A destacar

Finalmente, es importante destacar que las dificultades y el trabajo de las marcas chinas es un camino que anteriormente han pasados otros fabricantes y que ahora son alabados y glorificados como productores de autos excepcionales. Esas historias nos enseñan a no juzgar, y estimar el producto por lo que es y con un sentido de crítica objetiva.

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