Mitos  sobre el procedimiento de la mamografía

Mitos  sobre el procedimiento de la mamografía

Que duele bastante, que es un aplastamiento de las mamas, que tiene efectos secundarios como la radiación, son algunos de los mitos que giran en torno a uno de los estudios más importantes para el diagnóstico precoz del cáncer de mamas: la mamografía.

Si bien es cierto que la detección temprana del cáncer de mamas es determinante para salvar vidas, ¿por qué muchas mujeres no se someten al estudio rutinario de la mamografía? Quizás por el temor que sienten de recibir la triste noticia de que la enfermedad está presente y a los mitos que han surgido sobre la mamografía con relación a su utilidad y seguridad.

“La razón por la que las mujeres no quieren hacerse la mamografía es por el miedo. Muchas temen saber que tienen cáncer, peor mientras más temprano se descubre la enfermedad, mejor  posibilidad existe para poder hacer la intervención quirúrgica”, explica el doctor Ramón Félix, cirujano oncólogo del Hospital General de las Fuerzas Armadas.

El galeno agrega que la mamografía es el método más preciso para buscar la posible sospecha de lo que puede ser un tumor en las mamas. Este procedimiento puede ser la clave vital para librar de la muerte a las mujeres que padecen de cáncer en las mamas.

Asegura que a pesar de sus beneficios, la población femenina no ha tomado conciencia de su importancia y se aferran  a las falsas creencias que giran en torno a este tipo de estudios.

Afortunadamente, ninguno de estos mitos es cierto.  “Practicarse una mamografía no produce ningún tipo de dolor”,  asegura el oncólogo Félix.

Una experiencia.  Mariana Domínguez se practicó su primera mamografía  a sus 68 años. Un pequeño dolor en su mama derecha la condujo a su ginecólogo y éste le recomendó que se hiciera el estudio. “Me habían dicho que eso dolía mucho. No me la hice antes porque no me la habían indicado. Yo iba a mi ginecólogo, pero me dolía un poco el seno, me puse mentol y se me mejoró. Pero después me volvió. Cuando me hicieron la mamografía no me dolió, sólo sentí un poco de presión. Me la haría de nuevo, las veces que sea necesario”, explica.

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