POR GERMAN MARTE
El Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA) llamó a los sectores democráticos, populares y de izquierda a unir voluntades durante el 2006 y preservar en el optimismo para lograr un cambio progresista en la situación del país.
Virtudes Alvarez, presidenta del Miuca, dijo que diferente a los pronósticos del gobierno, en el presente año se agravarán las condiciones de vida de las masas populares y los sectores de clase media, en virtud de que el gobierno sigue los lineamientos del Fondo Monetario Internacional y el modelo económico neoliberal.
Adujo que la política neoliberal que aplica el gobierno del presidente Leonel Fernández aumenta la pobreza, corroe y amenaza con destruir las bases económicas de la nación dominicana.
Esta realidad, subrayó Alvarez, fortalece las condiciones objetivas para unir lo popular y lo nacional en un gran movimiento nacional de lucha por un cambio progresista de las condiciones en que se desenvuelve el país.
Sostuvo que la entrada del país a la Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica, el desmonte arancelario que presupone y la reforma tributaria que lo compensa, impuestos a través del Congreso Nacional, son parte de los elementos negativos a la causa nacional y el bienestar popular.
No hay razón para creer en el discurso del gobierno, el cual está cargado de un falso optimismo para lucha contra la pobreza, el desempleo, la violencia intrafamiliar, la inseguridad ciudadana y la falta de oportunidades para las mayorías nacionales, afirmó la presidenta del Miuca. Por otro lado, expresa Alvarez, se consolida la impunidad y la corrupción pública y privada convirtiéndose en dos de las instituciones más fuertes de la sociedad.
Advirtió que por tales motivos el 2006 además de un año electoral- puede ser de grandes tensiones sociales y de importantes luchas, por lo que llamó a los sectores populares y democráticos a continuar impulsando iniciativas políticas y sociales para contribuir a una recomposición de las fuerzas progresistas y detener la dictadura compartida de los tres partidos mayoritarios que, junto a las cúpulas empresariales y eclesiástica y con los auspicios de la embajada de EEUU, tanto daño han causado a la nación.