El centro Miyama Ryu Ju-Jutsu, Dojo Bella Vista, celebra por todo lo alto el XXX aniversario, donde han formado a miles de personas a aprender un deporte que no es para exhibirse en las calles, sino para una formación para ser mejores ciudadanos y aprender disciplina de comportamiento y mantener en cuerpo sano y mente sana.

En los 30 años que han dedicado al shihan, Julio Cordero y daishihan William Duke, director ejecutivo, han logrado su fruto pues así lo han demostrado en el transcurrir de su vida, pues aplican el lema “el mejor pleito, es el que se evita”, pues no se aprende para pelear, sino para aplicar la filosofía Ju-Jutsu.

Shihan Cordero y saishihan Duke, realizaron un gran acto para la celebración de los 30 años, teniendo como escenario el Pabellón de Judo en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, que a pesar de la fuerte lluvia contó con una gran asistencia, donde nuevos atletas alcanzaron el cinturón negro luego de cumplir con los requisitos que exige el centro. La promoción a cintas negras, incluyó al sensei Ricardo Cuello Gómez, promovido a kaiden; sensei Teófillo Vázquez Martínez, promovido a kaiden y sensei Carlos Montero Moquete, promovido a menkyo. El creador de este estilo en el país fue shinan Antonio Pereira.

El centro está situado en el sector Bella Vista, detrás de la PUCMM, donde van jóvenes, adultos, niños y militares en busca de aprender defensa personal, en masculino y femenino.

La ceremonia contó con la asistencia de los familiares y amigos de los deportistas, que quedaron impresionado con las exhibiciones. Miles de estudiantes han asistido al centro deportivo. La escuela es dirigida por el shihan Cordero, quien ha dedicado toda su juventud a la enseñanza de la defensa personal, en el estilo Miyama Ryu Ju-Jutsu para estar preparado en la vida.

El shihan Cordero está satisfecho con la labor que ha realizado el Dojo Bella Vista, en los 30 años.

El centro de arte marcial ha contado en varias oportunidades con renombrados maestros japoneses, que han certificado la calidad de la enseñanza que se imparte, por parte del shihan Cordero y los demás instructores. “Les enseñamos la defensa personal no para estar buscando problemas en las calles, sino para preservar su vida”.