POR TODD LORENZ
CINCINNATI.- Nadie en su sano juicio pensó que perder a Ken Griffey Jr. y a Austin Kearns por lesiones podría dar resultados positivos para los Rojos esta temporada, pero ha sido así. Olvídense de que Cincinnati se encuentra en medio de su peor racha perdedora de la temporada. Al menos ahora saben que Wily Mo Peña puede jugar en el nivel grande.

Poco más de 100 partidos se han jugado esta temporada y Peña ha tenido más turnos al bate que toda la temporada pasada, y está demostrando el potencial de convertirse en uno de los jugadores más excitantes del deporte.

En general, Peña promedia .278 con 16 cuadrangulares y 41 remolques. Los números se ven pobres comparado con lo que ha hecho en las dos últimas semanas.

En 15 juegos desde que Griffey se desgarrara parcialmente la corva derecha, Peña ha promediado .345 con ocho jonrones y 16 empujadas.

Impresionante, no hay duda, pero recuerden que con 22 años de edad, Peña está todavía tan verde como una lechuga.

Pero ya no tiene opciones de las menores y los Rojos no se querían arriesgar a perderlo.

Hubo un momento en la primavera que parecía que lo iban a ceder, pero Peña terminó la Toronja bateando .306 e hizo el equipo.

Nuevamente, su situación contractual lo obligó a pulir su talento en las mayores y nadie ha tenido un mayor impacto en el proceso que el coach de los Rojos Chris Chambliss.

“El trabaja con todo el mundo”, dijo Peña. “Es bueno. Hay una diferencia entre él y los demás. Salgo a la caja con él todos los días. Trabajamos en el balance. Siempre me dice que espere buenos lanzamientos – que no haga malos swings. Siempre me dice eso”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea). –