Tener la posibilidad de conseguir piezas de diseñadores, aun sean usadas, a precios relativamente económicos es el deseo de muchas chicas, ¿o no?
No hay dudas de que la moda de segunda mano, como es conocida popularmente, está en boga.
Una muestra es que muchos famosos e influenciadores de todo el mundo se han sumado a esta práctica para sacar un ‘dinerito’ extra, renovar su armario y darle una segunda vida a la ropa. ¿Pero, cómo es eso? se preguntarán muchos.
Pues, venden prendas exclusivas de sus armarios, a bajo costo, dándole la oportunidad a otra persona de tener ese vestuario o accesorio, por ejemplo, unos zapatos suelas rojas, de Christian Louboutin, una cartera Gucci o Louis Vuitton, y por supuesto, otras firmas exclusivas.
Para no irnos muy lejos, hablamos con algunos íconos de la moda e instagramers de RD, que han realizado este tipo de ventas virtual y presencial, como es el caso de la hondureña radicada en el país Atenas Hernández, quien junto a Lía Pellerano y Sarah López Jorge hizo su primer “closet sale”.
Atenas cuenta que hace un tiempo, comprar de segunda mano estaba mal visto, pero ahora es lo contrario.
Puede leer: Anuel AA: Mujer asegura estar embarazada del cantante
Opciones en el closet
Adquirir algo “vintage” es tendencia porque se ahorra dinero y se contribuye a mitigar los efectos del consumo sobre el medio ambiente. Además, parte de los beneficios los destinamos a las fundaciones con las que colaboramos cada una”.
Para ellas cada prenda tiene un valor sentimental, y no es fácil decir adiós, pero se consuelan con saber que le están dando una segunda vida útil.
En el caso de Sarah, también le resultó difícil porque es una “hoarder” o acumuladora, pero la ayuda de Atenas le sirvió de mucho, y ya hasta le ‘cogió el gustico’, como ella misma dijo. Desde ya, están planeando otro ‘closet sale’ para el Mes de las Madres.
Otras que también han sacado sus exclusivas prendas de sus armarios son Helen Blandino, Ginna Fernández de Vicini, junto con su hermana Gianny, y la primera vez que lo hicieron literalmente no les quedó nada, ya que desde la madrugada había personas en fila esperando para entrar.
Gracias al alcance de las redes sociales los seguidores ven el día a día de sus figuras, forma de vestir y se enteran cuáles son sus diseñadores favoritos; desde que estas anuncian sus ventas, no dudan en adquirirlas.
Ya el comprar o vender una pieza de segunda mano no debe de acomplejar a nadie, porque hay muchas tiendas con este concepto y, además, hasta las actrices lo hacen: una vez Sarah Jessica Parker, estando en España, compró en una tienda vintage llamada Williamsburg un vestido negro que le costó 30 euros, y si no lo dice, nadie lo hubiese sabido.