POR ROSARIO TIFÁ
En el país, como todos los que están bañados por las cálidas y turbulentas aguas del Mar Caribe, es común el uso de ropa cómoda y fresca.
El clima es realmente su principal aliado, el resto le compete al hombre. ¿En qué sentido?, en que les corresponde crear un vestuario adecuado que proporcione frescura y comodidad al cuerpo.
En ese sentido, la ropa de playa asume un toque característico con estructura de diseño que permite mayor movilidad a quien la usa.
Los colores también tienen una gran influencia, en consonancia con la ropa y el ambiente natural que nos ofrece la propia naturaleza.
Éstos forman parte de un arcoiris maravilloso y confortable: rojos, amarillos, verdes, morados, rosas, fucsia, naranjas, negro, gris, e incluso blanco, que en este caso tiene una connotación especial por su sutileza y delicadeza.
Este último es un color que estará siempre presente en la ropa confeccionada para la playa y propicia para un recorrido en un confortable crucero.
Entre las piezas favoritas para emprender esta aventura están los jumpsuit, pescadores con primorosas blusas, mini vestidos, trajes largos hasta el piso y sobre las rodillas y batas o túnicas vaporosas con toques de brillo.
Los accesorios siempre a tono, confeccionados en su mayoría con materiales ofrecidos por la naturaleza realzarán cada una de las estas prendas de vestir. La diseñadora Giannina Azar nos presenta algunos modelos a tomar en cuenta, confeccionados en lino y chifón, súper especiales para un paseo por esas azules y cálidas aguas como parte de un calentamiento al inicio del año, con modelos exóticos y glamorosos, ideados con piedras y detalles playeros.