Se extingue el modelo macro-cefálico heredado de Trujillo, para que solo Santo Domingo y San Cristóbal fueran centros de atracción de millones de dominicanos e inversión pública directa. Estas provincias amontonan 4.4 millones de habitantes, el 42% del país.
El gasto centralizado evacuó la población de provincias fronterizas como Pedernales, Independencia y Elías Piña.
“La isla al revés”, y no “tal como es”, como desveló aquel debate implícito, entre Balaguer y Yunén.
La inteligencia capitaleña todavía no descubre el modelo Abinader para impulsar con efectividad el desarrollo regional sostenible. Sin embargo, si revisan los proyectos estructurantes del Plan Estratégico Santiago 2030, la tradición de APEDI y la narrativa de Ferias Expocibao, descubrirán razones.
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Mientras Santiago por más 30 años recibía 4,900 millones de pesos en inversión directa, pagaba agua, energía, basura e impuestos por miles de millones. Santo Domingo no paga tantos impuestos, ni arbitrios, sin embargo, acumulaba inversiones por 50 mil millones anuales.
El primer criterio del nuevo modelo de inversión es la gran distancia de Santo Domingo y los nuevos nichos de inversión del Cibao y el Sur. Así como su capacidad para reducir viajes y cargas hacia la Capital. Los puertos atlánticos rehabilitados, incluyendo Manzanillo, estimulan movilidad de pasajeros, turistas y carga por Santiago y la costa norte.
Robustecen exportación, atractividad turística y comunicación marítima de la isla con la costa sur de Estados Unidos. Similar análisis justifica Pedernales con respecto al mar Caribe y el canal de Panamá.
El segundo criterio es que el Cibao y el Suroeste tienen alta capacidad de crear empresas y empleos. La circunvalación de Navarrete, autopista del Ámbar y diversos puertos del norte activados, multiplican las ventajas comparativas del Cibao. Tenemos microclima y agrología apta para duplicar la producción agropecuaria y crear decenas de empresas transfronterizas con el modelo CODEVI.
Un último criterio es que la inversión desconcentrada aporta complementariedad entre ciudades cibaeñas, sus ecosistemas agroproductivos, el agua de consumo humano y de irrigación.
Así como para construir el Merca Cibao y desarrollar la región como “hub” logístico del Caribe.