El coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el país advirtió  sobre la vulnerabilidad a largo plazo de la economía dominicana, pues se da la paradoja que mientras más crece menos empleos genera. El destacado economista Miguel Ceara Hatton identificó esa característica de la economía dominicana como un problema, debido al muy bajo impacto de su crecimiento en la generación de empleos que por demás son informales y la mayoría improductivos.

El coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (ODH/PNUD) advirtió ayer  sobre la vulnerabilidad a largo plazo de la economía dominicana, que mientras más crece menos empleos genera.

Miguel Ceara Hatton identificó esa característica de la economía dominicana como un problema, debido al muy bajo impacto de su crecimiento en la generación de empleos que por demás son informales y la mayoría improductivos.

“Lo dramático es que de los 73 mil nuevos empleos que en promedio se crean cada año, por ejemplo entre 2000 y 2007, el 71 por ciento de esos puestos son informales (domésticas,  conductores de concho, cobradores de guaguas, colmaderos y peluqueras). Y como la Población Económicamente Activa crece en unas cien mil personas cada año, las más de 20 mil personas restantes no consiguen ocuparse”, explicó.

El investigador llamó la atención sobre la incongruencia de que a cada crecimiento de uno por ciento en el Producto Interno Bruto corresponde una tendencia a disminuir la creación de empleos.

Observó que esa relación era antes de  a cada crecimiento de uno por ciento del PIB le seguía la creación de uno por ciento en el empleo, pero ahora esa relación es de  menos de uno (0.33%), su impacto en el crecimiento del PIB sobre el empleo.