Modelo económico tiene debilidades y poca distribución

Modelo económico tiene debilidades y poca distribución

A pesar de los avances y logros obtenidos por la economía y la sociedad dominicana en los últimos 15 o 20 años, tampoco se pueden ocultar las debilidades, atrasos y falencias de la “exitosa” estrategia de desarrollo implementadas en el país, en especial porque tiene grandes dificultades para redistribuir la riqueza.
Así lo afirman los economistas, Nelson Suárez y Antonio Ciriaco Cruz, al ser consultados por separado sobre el artículo del Banco Central llamado Modelo Económico Dominicano: ¿Cambio o Ajustes?, el cual explica que este modelo ha tenido logros notables y no debe ser cambiado, como plantean economistas, analistas y distintas figuras vinculadas a los sectores político y empresarial.
Cruz expone que el modelo económico y social dominicano tiene grandes dificultades para redistribuir la riqueza que ha generado durante las últimas décadas. Un ejemplo es que, mientras la economía creció en el periodo 2012-2018 a una tasa del 6.5%, el ingreso real de la población creció 0.76%, eso significa que las actividades productivas crecieron 8.5 veces más que los salarios del trabajador considerando que los salarios constituyen el mecanismo por excelencia y más directo para la redistribución de la riqueza creada en una economía.
Resalta que si se analiza un período mucho más prolongado, es decir de 1991-2018, se observa que la participación de las remuneraciones o los salarios en el Producto Interno Bruto (PIB) ha estado estancada entre un 34 y 35%. “Esto es un síntoma de a pesar que la economía ha crecido se le hace difícil la redistribución y la movilidad social de la gente; pero además eso explica porque la gente no percibe el crecimiento de la economía”, dijo Cruz, que es Vicedecano de Economía-UASD.
Mientras, Suárez explica que si bien es cierto que el desenvolvimiento económico del país en las últimas décadas ha sido relativamente exitoso, no se debe olvidar que pese al espectacular crecimiento económico y a la mejoría de los niveles de vida, aún el país muestra niveles altos de exclusión social, pobreza, desigualdades y atrasos que no tienen nada que envidiarle a las sociedades más atrasadas del universo.

Expreso que son precisamente esos inexplicables retrasos sociales, políticos y económicos, tales como los miserables niveles salariales, sobre todo privados, los elevados déficits institucionales, las enormes brechas sociales, la persistencia de un sistema judicial débil y miserable, las aún elevadas fallas de nuestros sistemas de salud y educación, así como el arcaico sistema de seguridad pública, entre otras falencias; lo que hacen cuestionar el “éxito” de la estrategia de desarrollo y de las políticas económicas defendidas a capa y espada por la aristocracia del BCRD.

“Tampoco podemos hacer gala de ausencia total de paranoia constructiva y pretender afirmar que vivimos en un paraíso terrenal, ya que son evidentes las debilidades, atrasos y falencias de la “exitosa” estrategia implementada en el país”, dijo Suárez.

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