Una nueva prueba de que el Gobierno y su modelo están agotados, es la alegría del Presidente Fernández al decir que el FMI le había aprobado un aumento del gasto, una súplica que además de penosa implica desconocimiento de lo que sucede en la economía. Está como el piloto que pierde el rumbo de su nave cargada de pasajeros, porque según el Banco Central el déficit sobre la línea es RD$26,769 millones, si suma lo que esconde Hacienda llega a RD$31,839 millones, superior a lo que esperaba el FMI a junio.

El Presidente Fernández cree que lo autorizaron a gastar más de aquí a diciembre, pero alguien en el Gobierno debe decirle que el FMI lo que hizo fue darle dispensa por el exceso de déficit, que surge desde cualquier ángulo, porque el balance de depósitos oficiales neto de préstamos del sistema bancario se redujo en RD$20,280 millones, de marzo del 2010 a marzo del 201.

Estamos entre los países más golpeados por la crisis internacional, porque al igual que Grecia e Irlanda, hemos sido irresponsables acumulando déficits y deudas que luego no podemos pagar.

Leonel, Danilo y el PLD nunca han entendido que para aumentar de manera sostenida la inversión privada, la producción y el empleo productivo, se debió parar el desahorro público y propiciar un aumento del ahorro privado, porque la economía no puede seguir dependiendo exclusivamente de las entradas de capitales, la otra fuente de ahorros, que es función de la coyuntura internacional.

Es tal el desconocimiento que tienen, que todavía no se enteran de las consecuencias económicas del desplome en el ahorro nacional (público y privado), de 11.6% del PIB en el 2005 a 7% en el 2010, y del déficit promedio de 6% del PIB en la cuenta corriente, ambos consecuencia del déficit acumulado en el presupuesto de RD$175 mil millones en los años 2005-2010. No entienden que por la incapacidad para dirigir las cosas públicas, la credibilidad del Gobierno no puede estar más baja, la explicación de porqué en las encuestas Danilo no pasa de 35%.

Tuvieron la oportunidad de manejar los impuestos con eficiencia y pulcritud, pero prefirieron la política de déficits, endeudamientos y dispendios, que hoy tiene al país en la vergüenza internacional.

El Foro Económico Mundial, en su informe del 2011, nos coloca en el último lugar entre 142 países evaluados en cuanto a despilfarro de fondos públicos, en el 141 en favoritismo de los funcionarios públicos y 140 en lo que se refiere a desvío de fondos públicos.

Endeudándose para financiar déficits y derroches de recursos, el Presidente Fernández quiso imitar a los países responsables de la crisis internacional, olvidando su deber esencial, preservar la solvencia y soberanía del Estado dominicano. Por eso lo vemos implorando al FMI para que le permita gastar lo que no tiene.

Es el modelo que con orgullo reivindica Danilo, a diferencia de Hipólito Mejía, quien ha demostrado ser un firme creyente del control de los recursos públicos, del aumento del ahorro, entiende que de esa manera el crecimiento sería superior y estable, con empleos productivos.