Licenciada Julia Cedano
Lic. en Nutrición y Dietética. Gerencia de Medicina Interna Hospital General Plaza de la Salud
Es un tiempo de armonía, cuando el momento es propicio para juntarnos con nuestros familiares y amigos y, de manera muy especial, con aquellos con quienes no podemos compartir con regularidad.
En nuestra cultura el comer, además de ser un necesidad fisiológica es un acto de placer; nos regocijamos compartiendo y degustando un suculento manjar.
En esta época se nos ofrece comida y bebida donde quiera que vamos y a cualquier hora, pero no podemos perder el control y los buenos hábitos de alimentación. El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares simples y proteínas de origen animal que abundan en este tiempo, más el abandono de las actividades físicas de manera regular pueden provocar desequilibrio nutricional, intoxicación alteración gastrointestinal, metabólica o alergias, entre otras complicaciones.
Para evitar todo eso y poder disfrutar de una gran variedad de alimentos y bebidas, es importante hacer un plan de alimentación, equilibrado y balanceado en horarios oportunos y tratar de no repetir ciertos platos y cantidades.
Exhortamos a la población a tener moderación a la hora de comer y beber durante las fiestas de fin de año, ya que una buena alimentación permite que nuestro cuerpo reciba los nutrientes necesarios para estar en salud y lleno de energía; sin embargo, una alimentación excesiva puede resultar en complicaciones que pueden llevar al sobrepeso u obesidad, dislipidemias, presión arterial y niveles de glucosa en sangre elevados.
Se debe mantener el horario de comida como de costumbre, controlar la cantidad de alimentos a servirse en el plato y comer antes de llegar a cualquier actividad (si llega con hambre comerá más de lo necesario).
Para mantenerse hidratado, tome agua en vez de bebidas azucaradas. Manéjese con moderación en la comida, socialice, baile y disfrute de la fiesta, y evite el consumo de bebidas alcohólicas… y si bebe, recuerde: no conduzca.
Debe haber “variedad y color en su plato”. Saboree la comida. Escoja los vegetales primero. Coma con menos frecuencia aquellos productos que son altos en grasas y sal y seleccione carnes que no contengan grasa visible.
Recuerde mantener la higiene en la manipulación de sus alimentos, hacer una cocción saludable (al horno, hervidos, a la parrilla) y acompañar el tradicional pastel con ensalada verde o vegetales, en vez de arroz.
Consuma entremeses (meriendas) y espere al menos dos horas para volver a comer. Si omite comidas o meriendas durante el día podrá provocar ansiedad e ingerir mayor cantidad en su próxima ingesta. Controle el servicio de postres altos en calorías y azúcar.

Precaución con su manipulación y conservación

Hay que mantener los alimentos a su temperatura ambiental ya sea, refrigerada, helada o caliente, tener precaución en el recalentado, hacerlo de manera correcta y no más de una vez.
Un cambio brusco de temperatura puede dañar y/o contaminar causando enfermedades por ingesta alimentaria (vómitos, diarrea, dolor abdominal y otros ya mencionados).
La mezcla de alimentos de alto contenido graso y licor provoca serios problemas de salud a miles de personas para esta época. Actúe con moderación y no sea uno más de los que acude cada fin de año a los hospitales.
Intoxicaciones alimentarias y alergias, aumento en los niveles de azúcar en los diabéticos, aumento de la presión en los hipertensos, son sólo algunos de los casos comunes.
Una inadecuada manipulación y preparación de los alimentos, más su consumo excesivo puede producir trastornos gastrointestinales.
Por eso son comunes los dolores abdominales, las diarreas, las náuseas y vómitos, en ocasiones acompañados de fiebre.
Tenga precaución y control de lo que se come, la forma como se manipulan muchos alimentos, sobre todo en lugares públicos donde hay celebraciones, especialmente cuando hay grandes multitudes.

Recomendaciones  para las personas con condición especial

No descuidar su terapia y tomar sus medicamentos a tiempo, ajustar la planificación de la dieta según las condiciones individuales y no saltar comidas.
Control de horario, frecuencia, cantidad, restricciones de líquidos, hidratos de carbono, grasas y proteínas y otros micronutrientes de vital importancia.
Los pacientes alérgicos a alimentos deben tener suma precaución durante las fiestas navideñas, los casos de reacciones alérgicas suelen aumentar durante la Navidad debido a la introducción en la dieta de productos altamente alergénicos, típicos de esta época, con especial atención en el consumo de estos alimentos en niños.
Frutos secos, mariscos, pescados o algunas frutas son los que con mayor frecuencia se relacionan con reacciones alérgicas en estas fiestas. A esto debemos añadir las comidas y cenas de empresa, en las que el alérgico está más expuesto a sustancias encubiertas en los platos, algo muy frecuente en estos días.
Reacción alérgica. Los síntomas de esta aparecen en las dos horas siguientes a la ingesta del alimento y la gravedad varía en función de la cantidad de alergeno ingerido, sensibilidad de la persona y factores externos como el asma, el ejercicio físico o el consumo de analgésicos o alcohol.