MIGUEL RAMÓN BONA RIVERA
El caso de Modesto Guzmán, es la primera prueba de fuego para el Partido Reformista Social Cristiano en la aplicación de sus nuevos estatutos.

Modesto Guzmán realizó una excelente gestión al frente del Instituto Postal Dominicano en el anterior gobierno del presidente Leonel Fernández.

La labor organizativa del correo, su eficiencia que lo hacía tan confiable como los correos privados para el envío de valores, le valió el reconocimiento internacional al licenciado Modesto Guzmán.

Sabemos que el doctor Leonel Fernández pensó en Modesto Guzmán como funcionario de su nuevo gobierno, desde antes de las elecciones del año pasado, porque así lo manifestó a algunos amigos.

La designación de Modesto Guzmán, nueva vez al frente del Instituto Postal Dominicano, plantea nuevos retos en esta etapa en que dicho organismo estatal se encuentra atravesando por una grave crisis heredada del anterior gobierno.

Pero resulta que Modesto Guzmán es dirigente nacional del Partido Reformista Social Cristiano, y su inclusión en el gobierno del PLD es contraria a los nuevos lineamientos del reformismo.

El mayor daño que sufrió la candidatura presidencial de Eduardo Estrella fue la percepción ciudadana de que en alguna forma el Partido Reformista se hallaba influenciado por el gobierno de Hipólito Mejía.

Y esta percepción fue mayor cuando el 16 de agosto del 2003, faltando apenas nueve meses para las elecciones, el P.P.H. trató de imponer violentamente la reelección de la doctora Rafaela Alburquerque a la presidencia de la Cámara de Diputados. Allí se vio al entonces Consultor Jurídico del gobierno, Guido Gómez Mazara, irrumpir en los salones del Congreso Nacional al frente de una tropa de choque. Hubo desordenes y disparos. El fluido eléctrico fue saboteado con el objetivo de evitar el proceso de elección del nuevo bufete directivo de la Cámara Baja, y finalmente Alfredo Pacheco, después de juramentarse como nuevo presidente, acusó a Gómez Mazara de ser el protagonista de los incidentes.

El Partido Reformista Social Cristiano, luego de la aprobación de sus nuevos estatutos y de la elección de sus cuadros directivos nacionales en las primarias del pasado 10 de julio, ha definido una línea de acción de oposición constructiva, pero equidistante de las otras dos grandes organizaciones políticas del país.

Y es que en esta etapa crucial de su recomposición, el Partido Reformista necesita reencontrarse a si mismo como paso inicial para reconquistar su espacio.

Y es así que los procedimientos para encaminar negociaciones y acuerdos con otras fuerzas políticas, están claramente definidos y especificados en los nuevos estatutos.

Por otro lado, el artículo 13 de estos estatutos establece que se considera como renuncia ipso facto de un miembro del partido, los hechos siguientes:

A- Figurar como miembro o candidato de otro partido político.

B- Concertar acuerdos con otras organizaciones políticas al margen de las directrices de los organismos competentes del partido.

C- Aceptar ser designado en funciones públicas de alta jerarquía sin previa autorización de la Comisión Ejecutiva, cuando el partido se encuentre en la oposición.

Se consideran funciones públicas de alta jerarquía, entre otras, aquellos puesto ejecutivos de la administración pública cuya designación sea fruto de un decreto presidencial.

Asimismo el artículo 138 párrafo IV señala que cualquiera que haya perdido su membresía por las causas indicadas en el artículo 13, si solicitare de nuevo su reincorporación al partido no podrá aspirar a cargos directivos ni a cargos electivos dentro de los cuatro años siguientes a su reingreso.

Al aceptar su designación al frente del INPOSDOM, sin el previo conocimiento ni aprobación de la Comisión Ejecutiva del PRSC, el licenciado Modesto Guzmán se coloca automáticamente como renunciante a su membresía en el Partido Reformista.

El nuevo Partido Reformista ha definido su accionar político sobre dos premisas básicas: Hacia lo externo, una línea de oposición constructiva pero firme, en defensa de las mayorías nacionales. Hacia lo interno, el cumplimiento estricto de los estatutos, sin injusticias ni privilegios.

Disciplina, orden, trabajo y unidad, son las claves del nuevo reformismo.

El nombramiento de Modesto Guzmán como funcionario del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, plantea la primera prueba de fuego en la aplicación de estos nuevos lineamientos.

Ello servirá de referente para todo el conglomerado reformista.