POR MANUEL JIMÉNEZ
El secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, dijo ayer no creer que las modificaciones de última hora que se están planteando al proyecto de reforma fiscal alteren significativamente las proyecciones de ingresos que tiene el gobierno.

Montás, quien fue entrevistado en el Palacio Nacional tras reunirse con el presidente de la Cámara de Diputados, Julio Cesar Valentín, dijo que algunas de esas modificaciones han sido consensuadas, citando entre ellas el mantenimiento de los incentivos fiscales a las empresas que se instalen en las poblaciones de la zona fronteriza.

“Creemos que las modificaciones que se están haciendo no van a afectar el contenido, en términos recaudatorios, de la reforma,  que es lo que en gran medida nos interesa a nosotros”, expresó Montás, quien también es jefe del gabinete económico del gobierno.

El funcionario dijo que en el gobierno se cree que no hay ningún problema con la eliminación de los artículos que dejaría sin efecto las exenciones impositivas a las empresas de la frontera, así como con otras cosas que se han ido modificando sobre la marcha, atendiendo a los reclamos de los sectores afectados.

“Yo creo que, en definitiva, al final de cuentas, la reforma fiscal va a salir bien”, dijo Montás, quien agregó que el gobierno estaría dispuesto a considerar la advertencia del grupo E. León Jimenes, de que el aumento de los impuestos a las bebidas alcohólicas podría reducir las recaudaciones del gobierno en más de un 30 por ciento.

Montás dijo que se trata de un tema que se ha estado discutiendo desde la semana pasada, pero que todavía ayer había dudas en torno a los gravámenes fijados a las bebidas alcohólicas.

Esas dudas, agregó Montás, podrían solucionarse en el curso de la mañana de hoy, cuando el gobierno espera apoyar a la comisión de Finanzas del Senado.

No quiso decir si el gobierno estaría dispuesto a revisar y flexibilizar la parte de la reforma fiscal que aumenta los impuestos a las bebidas alcohólicas.

Montás tampoco se refirió al anuncio del presidente de la comisión del Senado que estudia la reforma, Tommy Galán, de que se revisaría el impuesto de RD$5 por cada galón de gasolina, una decisión que, al parecer, se adoptó ayer tarde.

En otro orden, Montás rechazó que esta reforma fiscal implique algún costo político negativo para la administración del presidente Leonel Fernández, pues entiende que se trata de un tema que sólo genera problemas mientras se mantiene sobre el tapete.

“Pero el impacto político negativo se daría si nosotros no hacemos la reforma, porque lo que está en juego es la estabilidad y el crecimiento de la economía”, sostuvo Montás.

También entiende que el éxito de este gobierno ha sido que ha asegurado la estabilidad de la economía, aunque reconoció que es difícil abordar un tema de reforma que involucre la creación de impuestos.

“Pero lo que está en juego, por encima de todo, es que este país siga caminando el trayecto que ya iniciamos con la llegada al gobierno del presidente Leonel Fernández, que ha sido un trayecto de estabilidad, de  credibilidad y de generar confianza”, aseguró el funcionario.

Advirtió que del gobierno no hacer esta reforma se perderían la estabilidad y la  credibilidad, “y eso sería lo peor”.

“Yo pienso que el tema de la reforma genera problemas mientras está sobre el tapete, una vez el congreso haya aprobado la reforma, ustedes van a ver que como ocurrió en el 2004 que hicimos una reforma en el mes de octubre y al año siguiente nadie hablaba de reforma”, comentó.

Montás expresó que lo mismo ocurrió cuando se hizo la segunda reforma en octubre del 2005 y que luego  en enero del 2006 ya nadie se acordaba que la habían hecho.

Vaticinó que igual ocurrirá con esta reforma, que resuelto este problema, éste no será un tema que en enero o en febrero del 2007 siga en la agenda nacional.