PARIS, EFE.- Los más grandes de la moda francesa y un sinfín de aspirantes a serlo se lanzaron al ruedo para mostrar su visión prét-á-porter de la primavera-verano 2007, encabezados por el modisto chino Frankie Xie y su firma Jefen.

Célebre en su país, Frankie Xie buscó inspiración en los años 70 y adaptó su estilo a los gustos occidentales para convertirse  en el primer creador chino de la historia que presenta su trabajo en el Carrousel del Louvre.

Todo un símbolo, ya desde el tema elegido para su llegada a Francia, el de la “puerta china”, evocador de la apertura de su país al mundo y a la moda.

La presencia “oficial” en la agenda de este modisto formado en Pekín y Tokio recuerda que, en el terreno textil, China tiene también sus artistas y puede ser algo más que un temido y eficaz competidor, al igual que ocurre ya en otros ámbitos como el cinematográfico.

También fueron mostradas las ideas de Sakina M’Sa, Wunderkin, Mina Perhonen, Balmain, Lie Sang Bong, Dice Kayek, Rick Owens, Tota y Es.