Independientemente de los operativos de asistencia del gobierno a los damnificados del huracán Fiona con el suministro de alimentos, arreglos de carreteras y viviendas, además del restablecimiento de suministro de agua y electricidad, los ciudadanos e instituciones privadas no podemos permanecer indiferentes ante la angustia que padecen los miles de hermanos afectados en las 8 provincias del Este y Noreste del país.

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En atención a esa realidad, diversas instituciones de servicio se han integrado a una campaña de ayuda a favor de los afectados por el fenómeno que desplazó a más de 13 mil habitantes de las provincias indicadas, situación que llevó al presidente Luis Abinader a dirigir los trabajos de recuperación y a disponer la urgente construcción y reparación de 8,300 viviendas en las zonas afectadas. Aunque hay instituciones como el Banco Popular y la Sociedad Industrial Dominicana (SID), que anunciaron aportes de 50 y 25 millones de pesos a favor de los damnificados, ejemplo que esperamos sea emulado por otras grandes empresas del país, eso no quita que los ciudadanos, a través de las entidades de servicio que reciben mercancías para los afectados, nos acerquemos a las mismas con nuestras donaciones porque en estos momentos, hasta una botellita de agua resulta importante para un damnificado sediento.