Hace 40 años que la incipiente democracia dominicana estuvo   de nuevo a “perecer”, por los aprestos reeleccionistas del doctor Joaquín Balaguer. En los primeros meses del  año 1970,  el país vivió momentos estelares que pusieron en peligro la democracia y la libertad.

Fue en abril, otra vez abril recordando la lucha fratricida de l965, que la política dominicana se agravó faltando cuatro meses para concluir el primer gobierno constitucional iniciado en l966.

Los partidos de oposición exigieron la renuncia del Presidente Balaguer, solicitud que fue rechazada por el líder reformista. En cambio, Balaguer tomó una licencia de 36 días, y en su lugar asumió el Poder Ejecutivo el doctor Manuel Ramón Ruiz Tejada, un probo ciudadano que  se desempeñaba como presidente de la Suprema Corte de Justicia. Desde abril, hasta el día de las elecciones el 16 de mayo de 1970, el país atravesó por la mayor crisis política, tras la revolución de 1965. Los actos terroristas, crímenes en plenas calles, deportaciones, huelgas  y secuestros, tenían al país al borde de otra lucha fratricida.

Solo con la ausencia de Balaguer al frente de la Presidencia, los dirigentes políticos acudieron a las urnas, con excepción del  Partido Revolucionario Dominicano cuyo líder, el profesor Juan Bosch, declaró a su llegada al país que no creía en la democracia, y por tanto no creo en las elecciones”.

Antes, el doctor  José Francisco Peña Gómez había reiterado el  abstencionismo del PRD..

Las elecciones se celebraron, Balaguer las ganó con 645,595 votos de un total de  1,159,841 sufragantes.

El líder reformista formó un gobierno que llamó de “unidad nacional”, y Juan Bosch, su principal opositor,  preparaba su salida del PRD, no obstante el desmentido de su discípulo Peña Gómez, quien  declaró que entre ambos existía una unidad “indestructible”.

La política dominicana se encaminaba hacia nuevos rumbos.