Proyecto. Asegura sería volver a tener peaje sombra
Si se utiliza como referencia el costo del monorriel que actualmente se está construyendo en Panamá, el monorriel que anunció el presidente Luis Abinader para Santo Domingo tendría un costo 4,500 millones de dólares, afirma el experto Bernardo Castellanos.
Esto así porque, según explicó, el costo por kilómetro del monorriel que se construye en Panamá, que sería de 25 kilómetros, se sitúa en el orden de los 114 millones de dólares, sin incluir derechos de vías o de paso ni expropiaciones, mientras que el monorriel de Santo Domingo tendría 40 kilómetros y se situaría en el orden de los 4,500 millones de dólares, aproximadamente una vez y media el costo total de Punta Catalina.
“No podemos repetir el fatídico peaje sombra de la Autopista del Nordeste, perjudial para el fisco.”
Al expresar sus reservas sobre el proyecto del monorriel, Castellanos explica que como los ingresos actuales que genera el Metro de Santo Domingo no son suficientes para cubrir sus gastos de operación y mantenimiento, sin incluir la línea 2B, que cruza el río Ozama hasta la Carretera Mella, el subsidio anual que el Gobierno debe transferir para cubrir exclusivamente los gastos de operación y mantenimiento, se sitúa en el orden de los 2,000 millones de pesos.
Agrega que con la incorporación de la línea 2B, más la futura incorporación de la línea 2C, hasta Los Alcarrizos, más el aumento de los vagones en la línea 1, que implicará un mayor consumo de electricidad, es muy probable que el subsidio anual para poder cubrir solamente los gastos de operación y mantenimiento del Metro de Santo Domingo, se sitúen en el orden de los 3,000 millones de pesos.
Ante el monto de la inversión, Castellanos se hace varias preguntas, entre ellas cuál sería el flujo de pasajeros diarios, semanales, mensuales, anuales que garantizaría cubrir los gastos de operación y mantenimiento de esta obra, sin que el Estado se vea en la necesidad de otorgar un subsidio anual.
Además, se pregunta cuál sería el costo del pasaje por uso del monorriel, que garantizaría cubrir los costos de operación y mantenimiento sin necesidad de que el Estado tenga que erogar anualmente un subsidio.
En el caso de que el monorriel se fuera a desarrollar bajo la modalidad de alianza pública privada, se pregunta cuáles serían los aportes del Estado y los riesgos que asumiría.
Además, se pregunta si se escogiera esa modalidad, si sería necesario otorgar al inversionista privado un aval o garantía que le garantice el retorno de su inversión mas el retorno de las ganancias o utilidades esperadas.
“En otras palabras, ¿sería necesario el otorgamiento de una especie de peaje sombra que elimine los riesgos asociados a la incertidumbre del flujo de pasajeros que garantice el equilibrio financiero de la inversión privada?”, preguntó.