Monseñor Francisco José Arnaiz, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Santo Domingo, calificó anoche de abominable al mundo del narcotráfico y exhortó a los organismo que tienen que ver con prevención de ese flagelo a que incrementen su empeñen para evitar que las nuevas generaciones caigan en esa red en la que muchos jóvenes han quedado atrapados.

En tal sentido, el ex presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) necesita luz, fuerza y valentía para enfrentar este problema que afecta a la República Dominicana, al tiempo de señalar que se trata de una tarea delicada y difícil para la que se necesitan métodos eficaces que permitan detener a los patrocinadores de esa actividad.

“Sabemos que es difícil acabar con la droga y que controlarla también es difícil, pero los miembros de la DNCD. Como muchos drogadictos no tienen remedio hay que evitar que la generación siguiente sea atraída por ese mundo abominable”, afirmó el sacerdote, quien ofició una misa solemne en la Catedral Primada de América  a propósito de la conmemoración del vigésimo tercer aniversario de la creación de la DNCD.

Arnaiz imploró al altísimo para que dé lucidez a los miembros de la institución contradrogas y a los de otros organismos que la asisten para que pueden enfrentar el problema con la certeza que emeritan las circunstancias, aunque deploró que por desgracia en ocasiones algunas responsabilidades son puestas en manos de gente tenebrosa y pusilánime, incapaces de hacer cumplir la ley.

Definió  como doloroso y lamentable para la familia que uno de sus hijos caiga en el consumo de drogas, lo que se convierte inmediatamente en tragedia para todos, tras indicar que ese problema está afectando al mundo de manera directa y lacerante. A la actividad acudieron autoridades civiles y militares, quienes felicitaron al mayor general Rolando Rosado Mateo por el éxito alcanzado en sus 2 años al frente de la agencia.