El obispo emérito Francisco José Arnaiz afirmó ayer que al país le será muy difícil salir del problema del narcotráfico y de las consecuencias funestas que  genera,  debido a los recursos millonarios que mueve ese negocio, y a la seducción que ejerce en algunas autoridades encargadas de combatirlo.

Señaló que   si el recrudecimiento de las penas para ese tipo de delito no ha  logrado disminuirlo, es porque “hay mucho dinero y mucho compromiso de por medio”.

 “Yo sé de gente que han caído (en el negocio) porque si no, estaría en el cementerio; o sea que usted, o sea hace de la vista gorda, o le cantan el responso en el cementerio”, dijo monseñor Arnaíz.

Agregó que el tráfico y consumo de drogas es un mal mundial del cual la República Dominicana se ha contagiado “y difícilmente vamos a salir de él por el dinero y también por el placer que puede producir en un momento dado”.

El prelado católico, quien  habló del tema al preguntársele sobre la matanza que se produjo la  madrugada de este martes en la comunidad Ojo de Agua, Baní, por un alijo de 1,200 kilogramos de cocaína, consideró que el mejor remedio para combatir ese flagelo es la educación, ya que, a su juicio, los culpables del narcotráfico son las personas que las consumen y  no escarmientan.

La clave

La Masacre

La muerte a tiros de cuatro colombianos, un venezolano, un nicaragüense y un dominicano la madrugada del martes en Baní, habría sido  provocada por la disputa de 1,200 kilogramos de cocaína. El hecho ocurrió en una residencia campestre ubicada en la comunidad Ojo de Agua,  donde la Policía se incautó de varias armas de fuego y vehículos.