POR ELVIS LIMA
El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo monseñor Pablo Cedano, pidió ayer a la clase política evitar las pugnas y las palabras injuriosas, a fin de unir fuerzas y buscar salida a los problemas del país.

El religioso también demandó de las autoridades crear confianza, fraternidad y dar ejemplo de unidad entre ellos mismos.

“Los políticos deben ofrecer sus servicios en la medida de sus posibilidades, uniendo fuerza entre los miembros de cada partido, y mirarse como competidores del bien”, afirmó Cedano.

Luego de encabezar la eucaristía y una procesión por varias calles de la Zona Colonial, con motivo del Día de La Altagracia, Cedano consideró que lo que hace un gobierno es importante que lo apoye el que viene. Indicó que solo así es que el pueblo dominicano podría salvar la patria y rescatar los valores humanos, familiares, políticos y sociales.

Manifestó que en los actuales momentos se hace necesario que la población deje a un lado el pesimismo, y se integre al trabajo con fe y dedicación.

“En este momento que se ha llamado el año del señor, es necesario trabajar más por los pobres, por la justicia por el amor y la amistad entre todos”,aseguró el prelado.

MANIFIESTO DE FE

Desde cargar con su imagen, hasta tocarla y prenderle velones son parte de las manifestaciones de algunos devotos con La Virgen de La Altagracia.

Y aunque las formas sean diferentes el objetivos es el mismo; cumplir con las promesas ofrecidas y devolverle su agradecimiento.

Altagracia Germán, tiene 60 años; salió de su residencia a pie en el sector de Guachupita  a las 6:00 de la mañana, hasta la Zona Colonial. Su única misión era disfrutar del recorrido de procesión y encenderle un velón.

“Yo soy una mujer enferma, y aunque tengo 56 años; hago lo imposible cada año para cumplir con la Virgen de La Altagracia ella es mi guía, siento que me muero, si no le prendo su velón y la toco”, expresó Germán.

La procesión partió de la Catedral Primada de América, y recorrió las calles Padre Billini, Palo Hincado, Mercedes y Hostos donde concluyó con una eucaristía en el Santuario Nuestra Señora de La Altagracia.