Ahora que el estigma y la crispación cabalgan patrocinados por colores verdes y los resentidos de siempre intentan mancillar las mejores obras de la nación, entonces que la verdad sea evangelizada mil veces. Monseñor Agripino Núñez es emblema de la democracia dominicana con méritos éticos por haber concretado el modelo más transparente de educación superior, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Un sacerdote dotado del más reposado talento cibaeño que luego de 424 años de crearse la Universidad de Santo Domingo, en los turbulentos años de la guerra fría, transformó esta universidad santiaguera fundada en 1962, en un significativo eje de moralidad, solidaridad y gestión vanguardista.
Quién como él para dejar estupefactos a muchos “ilustrados” que nunca esperaron que una universidad cibaeña, región donde se habla con la “i”, despuntara de su mano en la excelencia a que hoy distingue a la PUCMM como paradigma para otras universidades que mejoran sus programas.
Monseñor es un ético de la vida, la naturaleza y la biodiversidad. Desde el año 1964, al iniciar en Santiago los diseños y cuidados ecológicos del mejor y más verde campus universitario, construido con altísimos atributos medio-ambientales, cautivó los mejores diseñadores y edificó obras que dialogan con el medio natural y preservan diversos afluentes de la subcuenca hidrográfica Guazumal-Pontezuela.
Creó la biblioteca más avanzada del país, generó una museografía cristiana en un aljibe elevado en un territorio que asegura el racional consumo del agua potable. Fue radical en la higiene y en la gestión de residuos donde él mismo se inclinaba a recoger papeles lanzados por estudiantes. Abonó en conjunto con el empresariado y la sociedad civil el Plan Estratégico de Santiago y fue quijote de los mejores proyectos como el Aeropuerto Internacional del Cibao (AIC) y el Hospital Metropolitano.
Aseguró programas académicos modernistas, impuso una objetiva evaluación estudiantil y un monitoreo docente del ejercicio profesoral. Construyó aulas y laboratorios tecnológicos de climatización natural, aseguró la investigación y la innovación.
Con la PUCMM, Monseñor Núñez Collado tuvo la integridad ética de poner en operación la más avanzada planificación estratégica y académica, hoy en las calificadas manos del eclesiástico doctorado en Alemania, Alfredo de la Cruz Baldera, una joya científica.