San Francisco de Macorís
Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo clamó ayer para que haga justicia y sean sancionados los responsables del horripilante asesinato de la adolescente Emely Peguero, quien tenía cinco meses de embarazo.
“Nosotros esperamos que haya justicia, porque como se ven las cosas en este país todo un enredo, la justicia es para un solo sector y nada más”, refirió el obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís.
“Es horrendo, horripilante, doloroso, el hecho en que perdió la vida Emely, frente a lo cual toda la sociedad espera que haya justicia”, indicó.
Emely, de 16 años, fue asesinada por su novio Marlon Martínez, de 21, por cuyo hecho guarda prisión preventiva, igual que su madre Marlin Martínez y otros imputados.
Mejía Vallejo dijo que muchos crímenes son cometidos sobre la base de que “yo tengo dinero, tengo poder, tengo un cargo, tu eres pobre” y por ahí viene la distorsión.
El sacerdote entiende que el crimen contra Emely es parte de la descomposición de la sociedad dominicana de hoy en día, donde tenemos un desorden, donde la justicia no funciona, porque no hay un régimen de consecuencias.
El prelado sostiene que “cuando una sociedad destruye su ámbito familiar y ponemos por encima de un ser humano cualquier cosa, no los valores éticos y morales, sino el prestigio, la fama, el dinero, el poder, entonces se producen casos tan lamentable como este”.
Refirió que está descomposición abarca otros casos como el de la jovencita Kimberly Adón, que salió de su casa a las 11:00 de la noche y terminó muerta en un accidente de tránsito.
“Tenemos que revisarnos entre todos, pues cómo es posible que a las 11:00 de la noche una muchachita con 16 años, inteligentísima, pues ya había terminado el bachillerato, pueda salir con cualquier persona por ahí y ya vemos las consecuencias”, apuntó.
Monseñor Mejía Vallejo cree que hay que cuestionar también la familia, los padres que deben tener autoridad, no cubrir de impunidad las actuaciones de sus hijos, porque tienen que asumir responsabilidades.