Monseñor Peña toma posesión
Basílica de Higüey

Monseñor Peña toma posesión <BR>Basílica de Higüey

POR FIOR GIL
HIGUEY.-
Monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez tomó posesión ayer como obispo de la diócesis Nuestra Señora de la Altagracia, durante una ceremonia en la que estuvieron presentes las principales autoridades nacionales y de la Iglesia Católica.

Entre los presentes estaban el presidente Leonel Fernández, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, monseñor Timothy Broglio, nuncio de Su Santidad y el presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio.

La solemne celebración en la Basílica nuestra señora de la Altagracia fue iniciada con la presentación de monseñor Peña Rodríguez, a cargo del cardenal López Rodríguez, ante el rector de este templo, padre Evaristo Areché y la salutación ante la asamblea.

Tras la entrega del Báculo al nuevo obispo de la diócesis de la Altagracia, el padre Víctor García Martínez levantó el acta que fue firmada por el Colegio de Consultores de la Diócesis y a seguidas monseñor Peña tomó posesión.

  Al pronunciar la homilía, monseñor pidió a la virgen de la Altagracia interceder por el pueblo dominicano en estos momentos críticos y resaltó entre los peores males que afectan a la sociedad, los errores, perversiones, distorsiones, delitos, corrupción administrativa, injusticias, engaños y vicios.

«Asumo la responsabilidad de pastorear esta Diócesis de La Altagracia como un reto ante los momentos difíciles que vive nuestra nación, consciente de que debo luchar por la justicia y la defensa del ser humano, sin importar su condición, teniendo especialmente ante mis ojos a los pobres y marginados. Acepto las  tarea pastorales  teniendo como modelo a Jesús el Buen Pastor bajo la protección de nuestra señor de la Altagracia», expresó.

Dijo que está consciente de que en el desempeño de su ministerio tendrá que enfrentar grandes dificultades, pero que con la gracia de Dios podrá vencerlas.

El prelado se comprometió a dar acogida a todos los fieles, a todos los sacerdotes diáconos y consagrados y agentes pastorales para que juntos «vayamos construyendo el reino de Dios en la unidad, respetando la diversidad».

El nuevo obispo de la Diócesis de La Altagracia se comprometió a defender de todo peligro el rebaño que se le ha confiado, comprendiendo con bondad sus debilidades con el respeto que merece cada persona, así como coger a los pobres y desvalidos, los hambrientos de pan  y cultura, al culto y al ignorante, a obreros y patronos, al hombre del campo y de la ciudad, a los jóvenes y los ancianos.

«Me siento identificado de manera especial como los enfermos que sufren en los hospitales, los niños que deambulan por las calles, los pobres que no tiene techo, los jóvenes que no se sienten acogidos y que no tienen acceso a la educación y al trabajo y los encarcelados, así como los emigrantes que nos visitan y que tienen necesidad de acogida», dijo monseñor Peña.

En su homilía monseñor Peña afirmó que se siente en el deber de trabajar con los líderes de la sociedad civil y el empresariado de las tres provincias que integran la diócesis, La Altagracia, El Seibo y la Romana.

También se refirió de manera más amplia a sus planes pastorales en los cuales nadie, según dijo, quedará excluido y citó que dará prioridad a las áreas pastorales de la familia, vacaciones sacerdotales y religiosas, los diferentes ministerios, la pastoral social, catequesis, las pastoral juvenil, pastoral de los santuarios, la movilidad humana y los medios de comunicación social.

Anunció que pondrá énfasis en la formación del laicado, que considerará a los presbíteros cono hijos, amigos y hermanos, favoreciendo todas sus iniciativas y continuará la formación de los diáconos permanente, quienes contempla poner como brazo derecho de los presbíteros.

Al concluir, monseñor Peña agradeció la presencia en la ceremonia de todos los obispos de las demás diócesis del país, al presidente de la República, al nuncio de su santidad  Timothy Broglio.

ALMUERZO

Al concluir la ceremonia religiosa el presidente Fernández, los obispos, los empresarios, entre los que figuran don Alejandro Grullón y su esposa, los funcionarios, autoridades civiles y militares de la provincia así como invitados especiales participaron en almuerzo en la casa del Obispado.

A este encuentro no se permitió el acceso a los periodistas y en la puerta se comunicó que se trataba de un almuerzo privado.

En el templo de la Basílica el presidente Fernández recibió los saludos de todos los obispos, encabezados por el presidente de la Conferencia de Episcopado Dominicano, Monseñor de la Rosa y Carpio, del cardenal López Rodríguez, de los sacerdotes concelebrantes y del secretario de la Conferencia, monseñor Benito Angeles.

Entre los asistentes estaban la síndico de Higüey Karina Aristy, el ex secretario de la Presidencia, Sergio Grullón, y el banquero Alejandro Grullón y su esposa Melba de Grullón, entre otros.       

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