Oportuna y muy saludable ha sido la mediación del Gobierno de Venezuela en aras de buscar una solución humanitaria, con motivo de la controversial sentencia del Tribunal Constitucional, cuyos efectos han menoscabado sensiblemente la imagen de nuestro país en el extranjero.

La participación del Ministro de la Presidencia, Lic. Gustavo Montalvo, ha sido transparente y responsable, mientras que la firma de un acuerdo por parte de los gobiernos de Haití y la República Dominicana, con miras a priorizar el diálogo como fórmula de solución, constituye un innegable paso de avance, que además baja las tensiones y propicia una salida honorable.

La actitud del Presidente Danilo Medina ha sido siempre reconocer lo irrevocable de la cuestionada y conflictiva sentencia, pero al mismo tiempo habilitar un mecanismo rápido y justo que reivindique los derechos de los miles y miles de haitianos hijos de padres indocumentados que nacieron en territorio dominicana, a fin de que regularicen su estatus.

A excepción de las sanciones diplomáticas impuestas por la OEA al régimen de Trujillo a raíz del atentado contra Rómulo Betancourt, nunca antes nuestro país se había visto amenazado de condenas internacionales severas, cuyo costo político y económico serían catastróficos. Ya Caricom anunció la suspensión de la solicitud de ingreso de RD, en un evidente acto de represalia por la sentencia de Tribunal Constitucional.

Afortunadamente, el Presidente Danilo Medina se ha mantenido al margen de los radicalismos de los sectores encontrados, actuando con prudencia, sensatez y equidad, a pesar de que existen legítimos temores de que Haití aplique la política de “a Dios rogando y con el mazo dando”

De todas maneras, aplaudimos y agradecemos al mismo tiempo la mediación del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro en aras de facilitar un arreglo.