POR JORGE RAMOS
El cantautor argentino-venezolano Ricardo Montaner manifestó su pesar  por las víctimas del maremoto del sur de Asia, ocurrido a fines del año pasado y que acabó con la vida de más de 150 mil personas.

“Lo único que podemos hacer es orar por todas esas almas que se perdieron. Uno se pregunta… y cómo es que la naturaleza puede provocar tales desgracias y acabar con miles de vidas inocentes”, expresó el intérprete de “Resumiendo”, quien mantiene en su país la fundación “Hijos del Sol”.

Sobre sus próximas presentaciones en República Dominicana los días 21 y 22 de este mes en la remozada sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, el artista dijo que el público dominicano es muy especial para él y siempre tiene que interpretar las canciones que lo dieron a conocer por estos lados.

“Me preguntas que porqué le puse al concierto el título de Por culpa de la luna… y es que hay tantas cosas que hacenos y que siempre relacionamos con la luna. Nos enamoramos bajo ella cuando está llena y le echamos la culpa de tantos sentimientos, que se me ocurrió una mañana cuando me desperté”.   

NO A LA POLÍTICA

Ricardo, cuyo nombre de pila es Héctor Eduardo Reglero Montaner, respeta que algunos artistas alrededor del mundo incurran en política y ocupen cargos públicos, pero él no mezclaría una cosa con la otra.

“Creo que Dios me ha dado las posibilidades de servir a la gente desde mi posición como artista, además de que hay muchas formas de llegar a la gente, de rendir una labor social como la que llevamos a cabo en nuestra fundación”, expresó a ¡ALEGRÍA! por la vía telefónica.

MENSAJE DE MONTANER A PRINCIPIOS DE AÑO

“No sé como hacerlo de la manera suficientemente elocuente y sincera, para cubrir cada una de sus expectativas. Me ha tocado recorrer el continente… de Sur a Norte… Este a Oeste. Corazones van y vienen, sonrisas caen del cielo como lluvia… Miradas de cariño y cariños gratuitos me traje en la maleta… Pagué sobrepeso, pero no importa… Eso dura y me va alcanzar por un tiempito. Se me hace más ancho el camino que recorreré el próximo año, los horizontes se agigantan: mis expectatuvas y mi fe.

Quiero contagiarlos también en el 2005. Tengo tanto aun que decirles… Dios los bendiga, donde quiera que estén. Yo los bendigo donde quiera que estén”.