POR MANUEL JIMÉNEZ
Pese a la recuperación, el crecimiento y la estabilidad económica alcanzada por República Dominicana, el país sigue aún muy rezagado en áreas vitales para lograr un verdadero desarrollo y reducir sus niveles de pobreza, según entiende el Secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temistocles Montas.

El país creció a un ritmo de 10.7% en el primer trimestre de este año, pero esa mejoría no ha podido lograrse en la misma proporción ni se puede afirmar que ese aumento se haya traducido en prosperidad generalizada para la población, según Montas.

La tasa de inflación bajo a 5.0 % en el 2006 y a 3.9% en el período Enero-Mayo del 2007; en tanto que el gasto social que en agosto del 2004 equivalía a 7.5% del PIB, se incrementó en la presente administración a 9.2%, pero los indicadores de desarrollo humano del país lo sitúan por debajo de Chile, Colombia, Panamá y Costa Rica, dijo.

Montas destacó que en el período enero-marzo de este año, la economía dominicana acumuló diez semestres consecutivos de crecimiento, “haciéndolo a un ritmo sorprendente para las autoridades económicas y los organismos internacionales.

Pero a pesar de la sostenibilidad de ese crecimiento, salvo la interrupción registrada en el 2003 a causa de la crisis bancaria,  la tasa de desempleo está por debajo de la media de América Latina, el grado de escolaridad no se corresponda con la condición de país de renta media (6.88 años) y la esperanza de vida está situada en los 67 años, dijo Montas.

Montas, en sendas conferencias que ha dictado en estos días sobre “Los Desafíos Económicos y Sociales de República Dominicana”, ha hecho énfasis en que estos datos evidencian que solo a largo plazo el país se beneficiará del crecimiento, pero solo si capaz de mantener la sostenibilidad en el tiempo y adecuadas políticas institucionales.

En este orden, dijo Montas, solo manteniendo un nivel de crecimiento promedio anual de un 7% y una agenda para la cohesión social, República Dominicana lograra para el año 2030 revertir su actual tasa desocupación de un 16.2%, elevar el grado de escolaridad a los 12 años, alfabetizar a todos sus adultos y alcanzar una esperanza de vida de 78 años.

Sostiene que una política activa de generación de empleos “es el vínculo más importante entre el desarrollo económico y el social por ser la principal fuente de ingresos de los hogares”, pero también entiende la necesidad de crear políticas dirigidas a asegurar que el sistema de protección social pueda brindar, al menos, ciertos umbrales de prestaciones universales que estén en consonancia con la perspectiva de derechos y solidaridad”.

Destaco Montas que el gasto social vigente esta muy rezagado respecto al promedio de la región de América Latina y el Caribe (14.5% del PIB).

Para Montas, un indicador de calidad del crecimiento es la generación  de empleos, pero reconoce que en este ámbito “las ganancias en los últimos dos años han sido modestas. “Hemos de aceptar que esta economía crece bien, pero el impacto de ese crecimiento en el mercado laboral es poco alentador”, expreso el funcionario.

Resalta  que si bien  hemos obtenido dividendos apreciables en reducción de la pobreza y la indigencia en los últimos dos años, todavía estamos lejos de lograr los niveles que existieron en el año 2000. Entiende que debe fortalecerse el régimen democrático.