El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, admitió ayer que el discurso del presidente Leonel Fernández fue político y dijo que eso fue lo más prudente, “porque de alguna manera a los dominicanos hay que recordarles lo que fue el Gobierno de Hipólito Mejía para  República Dominicana”.

Sin embargo, el funcionario dijo que el primer mandatario no faltó a la Constitución, como han afirmado algunos sectores,  porque la primera parte del discurso la dedicó a rendir cuentas de lo que significó el 2011 en términos económicos e institucionales.

“El Presidente cuando habla en gran medida es un mensaje político, o sea, porque de lo que se trata es de hacer política, desde el Gobierno lo que se hace es política y obviamente cuando el Presidente habla está haciendo política y por tanto no se le podía pedir al Presidente otra cosa, o sea, él fue al Congreso a desarrollar una labor de naturaleza política tratando de establecer diferencia entre lo que significa la gestión gubernamental del PLD y del PRD”, expresó.

‘Empresariado injusto’.  Al referirse a las críticas del empresariado a la rendición de cuentas, Montás dijo que le parecen injustas esas valoraciones porque entiende que “ellos son más conscientes que yo de todo lo que ha ocurrido a lo largo de estos siete años en términos de la economía, en términos de acreditar el país a nivel internacional”, subrayó.

Dijo que en el 2004  República Dominicana era un país ‘paria’ al que nadie le quería prestar y  considerado como el segundo más riesgoso del mundo “y hoy es un país acreditado a nivel internacional que todo el mundo le quiere prestar”.

Tarjeta Solidaridad. En relación a la preocupación del Conep por la carga que representan al Estado cerca de tres millones de personas en el programa Solidaridad, Montás dijo que al parecer hay un malentendido, porque en el programa hay cerca de 800 mil personas y lo que ocurre es que hay beneficiarios de otros programas como el del gas licuado de petróleo y de electricidad que aparecen como beneficiarios del Estado y caen en el programa, aunque se beneficien en otro.