El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, afirmó en Francia que luego de la crisis económica y financiera de 2007 se necesita un nuevo marco regulador y de supervisión financiera global que tome en cuenta las particularidades de cada país.
Aseguró que de esa manera se evitará que se afecte el desempeño de los sistemas financieros de cada país.
En una nota divulgada por la Unidad de Comunicación del Ministerio de Economía, Montás expresa que a la hora de hablar de una regulación uniforme a nivel mundial hay que tomar en cuenta las asimetrías de los mercados en cuanto a su tamaño, grados de competencia, conformación, arquitectura y cultura institucional.
Participó en el panel ¿Debería la regulación ser uniforme en todo el mundo?, realizado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Paul Cézanne, que organiza el Círculo Económico de Aix-en Provence, que se reúne anualmente en la ciudad de Marsella.
Sostuvo que es necesario considerar los grados de apertura y exposición a los choques aleatorios, la sofisticación de los productos financieros comercializados, el nivel de ahorro público y privado de la economía, productividad de la economía y de los sectores que la componen; valor agregado de los bienes y los servicios producidos, el tamaño de los intermediarios financieros y el grado de utilización de los servicios financieros por parte de los individuos.
Es saludable que luego de la crisis haya cobrado fuerza el interés por lograr una regulación y supervisión coordinada del sistema financiero a escala global, y resulta muy positivo que el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria se haya ampliado en 2009 con la inclusión de Argentina, Australia, Brasil, Hong Kong, Sudáfrica, India, Indonesia, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudita, Singapur, Turquía y China, dijo Montás.
Informó que el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea se propone adelantar el Convenio Basilea III con el que se encaminan una serie de reformas que incluyen un aumento de la calidad del capital.
También aumento del nivel de los requerimientos de capital, constitución de colchones de capital, mejora de la gestión del riesgo, mayor supervisión y disciplina de mercados.
Consideró que se debe revisar la implementación de Basilea II, que se inició en año 2004, pero que muchos países no habían podido poner en práctica por el inicio de la crisis financiera mundial de 2007.
El funcionario estimó que hay que mejorar la gestión de liquidez con la introducción de una proporción de apalancamiento, un nuevo estándar de liquidez y requerimientos de más transparencia de la información.
Para poner en vigencia las reformas dijo que se acordó un período transitorio que abarca desde el 1 de enero de 2013 hasta el 1 de enero de 2019, fecha en que el nuevo marco regulatorio deberá estar totalmente implementado.
Juan Temístocles Montás viajó a Marsella, Francia, acompañado del asesor del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, Luis Reyes.
Lo de aquí
Montás dijo que en el caso dominicano los requerimientos de calidad y cantidad de capital patrimonial no parecen ser un reto mayor, ya que el marco regulatorio actual del país contempla requerimientos de capital similares a Basilea III en cuanto a cantidad y composición de éste. Citó el aspecto relativo al coeficiente de solvencia mínimo actual, que aquí es de 10%, mientras que el que propone Basilea III se sitúa en 10.5%.