La Asociación de Productores de Sal de Montecristi hace gestiones para que el gobierno construya en la ciudad marítima una refinería de sal. Esta iniciativa generaría oportunidades de trabajo en una zona que las necesita. La refinería requiere RD$46 millones.
MONTECRISTI.- La Asociación de Productores de Sal de Montecristi pidió al gobierno que le proporcione los medios para la instalación de una refinería, que tendría un costo de RD$46 millones.
Dijeron que existe un proyecto que fue presentado al gobierno, a través de la gobernación provincial y Promipyme, en el que explican la urgencia de la refinería en el campo moderno de la producción y la competitividad.
Pedro José Molina, administrador de la salinera, explica que en Montecristi está la mayor producción de sal y da pena y vergüenza que todavía no se les haya ofrecido ayuda para la instalación de una refinería.
Nosotros contamos con la materia prima, tenemos el espacio físico aquí en la Asociación y además hemos comprado un solar donde también en cualquier circunstancia se puede construir. Es decir, que lo que queremos es que el señor Presidente ponga atención en este asunto y nos proporcione los medios.
Por otro lado, Pedro Miguel García, miembro fundador de la Asociación de Salineros, manifiesta que muchas razones los obligan a unir esfuerzos para que la misma se haga una realidad como lo es que la sal en grano no se va a poder consumir al menos que se le aplique yodo y flúor.
Nosotros queremos una refinería, porque no se debe consumir sal en grano sino con aditamento de yodo y flúor y ese objetivo se ha constituido en una prioridad para Montecristi como principal productor de sal.
En tanto José Aquiles Helena, también propulsor del plan, subraya que eso sería la salvación para la región porque de alguna manera todos viven de la sal.
Molina dijo que sobre los productores existe una presión del Fondo para la Niñez de Las Naciones Unidas (UNICEF), que exigen que la sal tenga yodo y flúor y no puedan hacerlo por no tener una refinería.
Sin refinería
A pesar de que en 1996 se estableció el estilo de yodación que debe haber en todas las salinas del país, por una exigencia y un proyecto financiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), no hay una sola refinería de sal, algo indispensable para cumplir con los requisitos.